miércoles, 31 de julio de 2013

Crónicas ganimedianas -007- Correr es de cobardes.

Ganímedes, 28 de mayo de 2.808 (otra vez por la tarde)



     Dos veces en dos días es todo un récord. A este paso, todas las campanas antidistubios de Ganímedes le van a conocer. AGFO -que lleva diez minutos esperando- se retuerce en el incómodo susiento y mira a su alrededor esperando encontrar algo que le distraiga. CLON aparece como siempre: baboso y sonriente. Parece haber engordado en los dos días que le separan de su anterior visita y la gorepiel ni por asomo consigue disimular las morcillas que le adornan. Nuestro hombre cae en la cuenta que entre los dos lados de la tabla, hay carne para surtir una buena temporada a los animales de unizoo.

martes, 30 de julio de 2013

Expediente Warren o ir al cine para asustarse a gusto.(Crítica de cine)



      ¡Vaya película más buena! Harto ya de ir a ver cine de terror y encontrarte cosas de risa, esta película redime un género tan asquerosamente tratado que te hace ver el mundo cinematográfico desde otro punto de vista. Este es uno de esos trabajos donde la experiencia y el buen hacer “luce”: Una dirección impecable, de las de antes; que utiliza los movimientos de cámara para lo que son, unos efectos de sonido en su sitio y en los que el silencio es una parte importante y un saber llevar a los actores encomiable. Aquí, en “Expediente Warren” o “The Conjuring” -que nunca sabré a qué viene tanto cambio de título-, no hay estrellas, hay verdaderos profesionales actuando, que visto lo visto, es de agradecer.
      Conclusión: Un gustazo que no debe perderse nadie a quien le guste el buen cine.

4.5 sobre 5


Aldade.  

lunes, 29 de julio de 2013

Crónicas ganimedianas -006- Cuando empeorar es la única posibilidad.

Queridos colocotrocos... y es que nuestro héroe no puede ser más tonto. De mal en peor. Cuando comprenderá que gordo, calvo y malhumorado está el último de la lista para conseguir cualquier cosa.





Ganímedes, 27 de mayo de 2.808

     AGFO no ha pegado ojo en todo el durmiente. A pesar de desvincularse del menvisor y ponerse el alienante al doble de potencia, saber que se encuentra bajo el mismo techo que la bruja de GODA, lo ha mantenido despierto y temeroso. La mujer se empeñó en echar su sumaca pegada a la de AGFO y -cosas de loca- pretendió sexo de inmediato, pero nuestro desgraciado protagonista, se dio la vuelta presuroso y quiso zanjar la requisitoria con un sonoro pedo: no lo consiguió en un principio, y fueron necesarios varios más para que la mujer dejara de rozarse contra él.

jueves, 25 de julio de 2013

Crónicas ganimedianas -005- Un poco de memoria, ¡por favor!



Ganímedes, 26 de mayo de 2.808

    -¿Sorprendido? –GODA, que acaba de recacondicionarse el matorral rosa que porta a modo de cabellera, se coloca en jarras y mostrándole a su nuevo y espantado binario un carro de dientes a modo de sonrisa, le inquiere. -¿Qué tal me ves? A que estoy genial. Aunque sea por una vez, estos de la Edad Social se han portado, ¿a que sí?

Carta de un ciudadano temeroso

Queridos colocotrocos: Esta que os enseño la recibí ayer y, la verdad, tenga o no razón, no tiene desperdicio... ¡Pues si que está enfadado!




Carta de un ciudadano temeroso del Estado a ladronzuelos de poca monta, descuideros, esparcidores de basura, grafiteros, fittipaldis, escandalosos y sinceros a carta cabal.


     Como conciudadano vuestro que soy, comprendo que cada uno es dueño de sí y de sus excusas; y que la forma y manera en que nos desenvolvemos es producto de nuestra propia decisión y de una multitud de circunstancias. ¡Bien! También comprendo que el civismo es el resultado de una educación y que, por desgracia, no todos tienen acceso a un mínimo de ella. Llegados a este punto, y en el aspecto represor, me cuestiono la circunstancia por la cual a un servidor se le encoge el esfinter ante la posibilidad de que cualquiera le llame la atención sobre una nimiedad y, sin embargo a otros, parece motivarles. Aparte, me impresiona con la frescura y lozanía con que algunos vecinos establecen sus reales, pisando los de los demás.
     Se da la circunstancia de que transitamos por malos tiempos, y que la cosa de vivir no anda boyante; ni en asuntos de moral, ni en los de pecunio, con lo que como “a perro flaco, todo son pulgas”, nos quejamos hasta por respirar.
     Pienso, además, que mala mezcla es quejarse y dar motivos al tiempo, por que, de ahí al caos, nada y, las resultas del mismo, nunca fueron buenas para el pobre.
   Es por ello que este humilde poblador suplica que los ladronzuelos, en vez de robar, pidan; los descuideros, en vez de descuidar, se cuiden; que los grafiteros, en vez de ensuciar, pinten; que los fittipaldis, en vez de correr, se corran; los escandalosos, en vez de escandalizar, se escandalicen y los sinceros a carta cabal, se vayan a tomar por culo.


                   Este que os aprecia.

miércoles, 24 de julio de 2013

Crónicas ganimedianas -004- AGFO recibe “malas” noticias.


Ganímedes, 26 de mayo de 2.808


     AGFO llega tarde del trabajo. Los capullos de la mina, a pesar de haber retirado la reclamación vocal, pagar los desperfectos y la tasa, no han cumplido sus promesas y le están fastidiando bien. Hoy le han encargado el control de la espaciera que sube el mineral de la superficie a la órbita de trasferencia y entre el frío que se pasa abajo, el calor que se pasa arriba y el compañero que le han asignado, ha sido el acabose. ¡Menudo pazguato! Se llama ANTO y como le dé otro día como el de hoy, le carboniza la yugular: toda la jornada cantando el ¡Oh Susana, no llores más por mí!... Ese no es castigo para humanos.

lunes, 22 de julio de 2013

Ahora me ves; luego te olvido.(Crítica cine)


      Pues mira que voy al cine a pasar un buen rato y resulta que me aburro como un ostrón. Tanto buen actor haciendo “el gamba” bajo una cámara que no para, es contraproducente, ilógico, ¡vamos!, un derroche. ¡Por Dios! ¿Pero qué se ha tomado ese hombre? ¿Tendrá el baile de San Vito?
     La película tiene muy poco recorrido: justo el de pasar por taquilla, verla y olvidarla, pero la cámara... esa cámara tiene más kilómetros que los baúles de doña Concha. Bien está que se utilice esa herramienta para dar impresión de agilidad, de improvisada realidad, pero... ¿en los interrogatorios también?
     Me pregunto si el guión se ha basado en alguna novela y, no me queda más que, llegado ese supuesto caso, decir que la historia no está mal. Interconectar la magia con lo esotérico tiene su aquel, pero hacerlo llegar al público con un guión como ese, no. Simple hasta la saciedad y basado en los cien mil tópicos del cine para domingueros. Muy simple.
    Qué habrá pasado por la cabeza de Sir Maurice Joseph Micklewhite, Jr, comúnmente llamado Michael Caine, intérprete de “La huella”, “El hombre que pudo reinar”, “Hannah y sus hermanas” y unas pocas decenas de filmes más, cuando haya visto el resultado de este desaguisado... ni pensarlo quiero.

      2 sobre 5                                    

                                                                                                             Aldade

domingo, 21 de julio de 2013

Crónicas ganimedianas -003- AGFO se arrepiente un poco.



Ganímedes, 24 de mayo de 2.808

     AGFO espera sentado ante la mesa de su encargado. El duro susiento le incomoda y no deja de moverse; y es que la compañía está dispuesta a dar por el culo en todas las circunstancias, y el susiento es una manera más. Está claro que el asunto del menvisor va a traer cola, pero nuestro ciudadano ya está curtido en estas lides: de hecho, el estar aquí, en Ganímedes, en la mina de hielo de EXAM S.G., no deja de ser un castigo por ser un tipo problemático. Lo cierto y verdad es que es cierto y verdad. AGFO se pasa la vida intentado comprender, y eso está mal visto: Intentando comprender por qué le han mandado a esta luna de mierda, por qué su sueldo tiene que gastarlo obligatoriamente en los estonomatos de la compañía, por qué no le asignan ya una binaria, y así, una cosa detrás de otra, ha llevado a que, por mucho que se esmeren en las clonificaciones, su humor no mejore.

sábado, 20 de julio de 2013

Versos 005

Queridos Colocotrocos. Mirad que me he puesto ñoño; y es que vuestro Rey también tiene derecho... ¿O no?
                                                              

                                               ONCE años


Son aire puro tus lágrimas.
Esencia,
fragancia de sentimiento,
las que corren, prestas.
Paciencia.
Regando, mejilla abajo
el frondoso huerto de tus pocos años.

Quiere el viento en poco secar
lo que diluvio había sido.
Llanto del cielo caído
aflorando sonrisas de par en par.

Siento entre pecho y espalda tu alegría.
Tus saltos.
Tus gozos.
Tus correrías.
Ese mechón de pelo que suelto ondea.
Esa mirada resuelta de impetuoso brío.
Todo al bies de lo helado y frío.
La palidez que orgullosa enseñoreas.

Tus miedos; tierra mía.
Tus risas; mi credo
¿Qué más quieres? Mi cielo.
¿Mi vida?...

Esa es tuya. 

                                                     Aldade


jueves, 18 de julio de 2013

Crónicas ganimedianas -002- AGFO la lia parda




Ganímedes, 23 de mayo de 2.808 (por la tarde)

         El tráfico es abundante a estas horas. Las espacieras pululan sin orden aparente por entre los apartamentos de Kara Van Chel. AGFO lleva tanto enfado encima que no le extrañaría que su espaciera se parara por exceso de peso antes de llegar a su destino. Va molesto pensando que otra vez -y es la tercera-, le van a comprobar el menvisor... y es que le toca las pelotas que le manipulen ahí. Eso sí, esta vez se lo ponen nuevo ¡Vaya si se lo ponen nuevo! -su humor se ensombrece mientras la espaciera entra en el estonomato con el blups, blups de siempre-

miércoles, 17 de julio de 2013

Crónicas ganimedianas -001-AGFO se enfada.

Estimados colocotrocos. Aquí os hago partícipes de las andanzas y aventurillas de mi excelso amigo AGFO.  
Vive y trabaja en Ganímedes que, como deberíais saber, está muy lejos, y el pobre tiene unos problemas "que pa qué contar".  Cierto es que problemas tenemos todos, pero este, vuestro Rey, os puede asegurar que los suyos son especiales.
Como mi mayor pretensión es haceros pensar pensando -que ya va siendo hora- os iré mostrando sus misivas para que meditéis al respecto y, si es posible, os divirtáis.






Ganímedes, 23 de mayo de 2.808

    Sobre su asiento en suspensión, AGFO observa atentamente su menvisor.  Lo ha adquirido recientemente y no consigue ajustarlo con la finura suficiente como para hacer desaparecer esas ligeras interferencias que, con seguridad y en contra de la opinión del plasmón que se lo vendió, se  generan en la zona de la nuca. La visión mental es tan perfecta como siempre en los Sonymen -que buenos son estos japaneses-,  pero cuando menos lo espera, la puñetera vibración le desconcentra, pierde el hilo y, lo que ha pagado por el cacharro se le hace una inmensidad. Desde el último ajuste de edad, algo no cuadra  a la perfección en su menspacio, y aunque le juraron que todos los aparatos se adaptan a esos ligeros desórdenes, no ha resultado verdad y se ha terminado reflejando  en el gobierno de todos los utensilios de manejo mental. Lo que le pasa al menvisor no es nada comparado con los problemas que tiene con el domo, o la espaciera. Lo cierto es que unos por otros, ninguna solución tiene.

sábado, 13 de julio de 2013

Lo que son los tópicos.

 Queridos y estimados conciudadanos de Colocotroco: Os muestro una misiva remitida hace algún tiempo desde nuestra querida vecina, España. En ella, un ciudadano relata las incongruencias de la vida cotidiana en un conocido barrio de la capital: Carabanchel, y aunque esto que cuenta ocurría hace algunos años, no creáis que la cosa ha mejorado algo. ¡Pobres!



Estimado Rey:
            ¡Lo que son los tópicos!
Desde bien antiguo, desde Viriato tal vez, las invasiones romanas, bárbaras, árabes y Dios sabe cuantas más, pasando por ese gabacho al que  despedimos con malos modos por no pedir el debido permiso, hasta hoy, la historia del indómito pueblo hispano se cuenta por sus gestas. Cuantas remembranzas de heroísmo labradas en la médula de su espinazo, cuantas. Proezas y más proeza; hazañas a granel que hacen rebosar el capazo de nuestra memoria. ¿Quien puede negar la evidencia? Somos la leche; y el indómito pueblo español se nombra por la cantidad y calidad de sus heroicidades… Pues las mismas que cualquier otro pueblo oiga, ¿o somos más valientes que los bereberes…? ¡Un pan como unas hostias!... ¿O más guapos que los azerbayanos…? ¡Y un pico de porrón moñudo!; por que el afamado pueblo ibérico, si me apuran, tiene poco de pueblo. Sólo nos parecemos a uno cuando nos pinchan el testículo desde fuera; mientras tanto, nos dedicamos a destrozar el concepto que de él se tiene hasta el siguiente picotazo. Ni igualdad, ni solidaridad, ni fraternidad, ni armonía, ni amistad, ni concordia, ni… para qué: “¡Pa cagarla!” Esa es nuestra filosofía vital, vamos, no tanto como los argentinos, pero casi; de hecho, en ese caso, los alumnos adelantaron al maestro.

¿Y a que vendrá el rollo que me he permitido soltar? Fácil. Carabanchel. Tierra corajuda entre las corajudas. Donde hasta los zorros temían a los conejos, donde los labriegos se afeitaban con el rejón del arado sin desenganchar los bueyes. Pues bien. Ya no es lo que era. Los pobres habitantes de estas tierras rinden pleitesía a unos mandamases que les exigen cada día más y más cánones y tributos. Insaciables, el oro de sus anillos no deja ver sus regordetes dedos y ya, ni firmar edictos pueden con comodidad. Sus capas de terciopelo se fabrican con doble fondo para que les quepa el ansia de poder y compiten entre ellos para ver quien la tiene más larga. Sus cetros ya no admiten más pedrería y miran de reojo a ver quien lo tiene más gordo. Como sigan por ese camino y si no les detiene nadie, terminarán rajando la gallina para buscar el origen de los huevos de oro. Les hacen pagar por todo lo que en cualquier sitio sería simplemente vivir. Hace algún tiempo pintaron líneas verdes y azules en la calle y dijeron que eso era el S.E.R. –Y yo que pensaba que SER era otra cosa- Y que el que dejara el vehículo allí: “a pagar”.-“oiga, que yo vivo aquí”. “Es igual, usted pagará, además, una cantidad fija”. Ahora la basura… “y cuidadín”.- “Oiga, que aquí hay  botellón los fines de semana y como no viene la policía local no dormimos y encima lo dejan todo sucio” “Usted denuncie, que algo se hará”. El caso es que de tanto pagar y de tan poco dormir va y le da un síncope al pobre e indómito vecino y  como una bala para el hospital, claro. Como está a dos minutos del Gómez Hulla, renqueante allí se presenta, pero como es el Hospital General de la Defensa y esa defensa no es la suya, “a la mierda” que diría F. Fernán Gómez, vamos que no le atienden, y tambaleante no se dirige al Doce de Octubre, no; ni al de Alcorcón que se encuentra a 25 minutos, ni al de Leganés, que está a 15, si no a su queridísimo hospital de referencia, al Clínico San Carlos que a las nueve de la mañana –Vaya hora para darle el síncope- está a 90 minutos de Cristo-Alá y toda la mitología Griega, y no es que a otra hora esté mucho más cerca. Además el familiar que le lleve que se olvide de su coche o que se amancebe con los 90 eurazos de multa que le van a caer, o con el rumano que le extorsione para no escogorciarle el vehículo; igualmente, que se lleve tienda de campaña, comida e infiernillo por que los de Urgencias dicen que trabajo tienen un “rato largo” y, aunque el interfecto sea de Carabanchel, no tienen ganas de que se les muera y después vengan los deudos con demandas. Eso sí, cuando salga de allí, el vecino lo hará con muda expresión de idiota y un montón de papeles en la mano.

 El caso es que estos corajudos vecinos, si por el tópico fuera, hubieran corrido a gorrazos a sus gobernantes, pero, ¡que va! mayoría absoluta, oiga. Talmente anestesiados. La fuerza por la boca. Le digo yo al del segundo de echarnos al monte y no sin razón me espeta que qué monte, si ya no queda. “.-Que no, que es a coger espárragos, que algo nos ahorraremos para pagar a estos…” “.-¡Ah, bueno!, si es pa eso…”




                                                                       Aldade

jueves, 11 de julio de 2013

Entre tinieblas... estamos (Crítica cine)

                    


Hoy me ha dado por ver Entre tinieblas, y no me arrepiento.
Entre tinieblas es una intentona; una aproximación al cine excesivo y provocador de un Almodóvar con la cabeza llena de pájaros. En el particular análisis que él hace de sus propios gustos, a veces tiene éxito, a veces no; y en esta ocasión lo ha obtenido al cincuenta por ciento. La madurez la alcanzará cuando sepa diferenciar entre lo que le gusta y lo que le excita que, si bien, algunas veces coinciden, otras no… Esto en lo que a dirección se refiere, por que esa parte de la película que requiere profesionalidad, se la hacen algunos de los actores que, con gran tino, seleccionó; y es que don Pedro Almodóvar es, de momento, un magnífico amateur.
Dicho lo anterior, podría parecer que la película no me ha gustado: craso error, ¡no está mal! Digamos que escena a escena, tiene el interés de lo desconocido, el de los huevos Kinder, ¡vamos!, y teniendo en cuenta la rocambolesca imaginación de nuestro ínclito director, sabes que una sorpresa te espera tras cada plano; el que sea negativa o positiva, es otra cosa.
Por lo cual, la Academia de cine del reino de Colocotroco, la pondrá en la nevera; no sea que se caliente y se evapore... aunque viéndola, no es de extrañar ese engendro de “Los amantes pasajeros” que criticaré un día de estos; cuando me haya recuperado.


                                                           Aldade

miércoles, 10 de julio de 2013

After earh... o como, no hacer nada, teniéndolo todo. (Crítica cine)





Querido Will: Según este humilde servidor, la creación artística es, de las actividades humanas, la más parecida al trabajo de Dios y tú, eres un artista; o por lo menos, eso creí hasta ayer. Fui a ver tu último trabajo y cuando, al final, se encendieron las luces de la sala, parpadeé intentando dilucidar si eso que había visto era lo que pretendía ver o me había equivocado de sala.  Ese no es el camino, no. No es el camino del éxito, ni de la riqueza, no es el camino; tampoco el de la educación de los hijos, siquiera el de “pasar el tiempo”… sencillamente, no es el camino. Si el dinero y la fama te enturbian la mirada, viste ropas de faena,  ocúltate entre el populacho que paga por ver tus películas y trabaja con ellos; escúchalos, siéntelos y sabrás que se merecen más que eso, mucho más. Lo de Alter earh es una especie de afrenta, un improperio que no debe quedar sin castigo, aunque como mortificación deberías haber oído las risas de la sala durante cierto monólogo teóricamente trascendental y profundo. Estoy plenamente seguro que se te hubiera cerrado la boca del estómago.
“Si haces todo lo que puedes, no estás obligado a hacer más”.
Sé que te rodean los aduladores y que, a sabiendas de que intentan engañarte, los crees. ¡Vaya incongruencia! ¿no? Eso no debería preocuparte del todo. Es una especie tan agresiva y omnipresente que, hoy día, rodea también a los mediocres y por ende, si no perteneces a ese gremio –al de los mediocres, me refiero- los detectas inmediatamente; lo que sí debería preocuparte es la búsqueda de ciertos detalles que, por incontrolables, son más de fiar: Ve de incógnito tus películas, compra periódicos locales, entra de anónimo en páginas de cine… ¡Tú ya sabes!
Si te gusta lo que haces y quieres que tu hijo se gane la vida honradamente como tú, apártalo del camino fácil. Ese no merece la pena.
De momento, los cines de Colocotroco tienen órdenes estrictas de este monarca de devolver el importe del ticket a todo aquel que –tras ver tu trabajo- así lo considere.
                                                                                       

Aldade

Alfonsito delicado

     
Queridos Colocotrocos: Hoy me he hartado de insípida moralina, y como es tan indigesta, la regurgito. La historia de Alfonsito es la de un tipo que, a pesar de su extremada juventud, se da cuenta que ser diferente -aunque sea para bien- sólo trae desgracias y que la mejor manera de sobrevivir es pasar desapercibido haciendo ver que ni eres quien eres, ni sabes lo que sabes. Evidentemente, en nuestro reino eso no ocurre. Aquí analizamos al individuo, y primando su libertad, se le educa en el fomento de sus habilidades con vistas al mayor beneficio individual y social... ¡como debe ser! 




ALFONSITO DELICADO


     Alfonsito era un niño delicado,  frágil;  con propiedad podríamos calificarlo de quebradizo; al menos eso le pareció a la matrona el día de su nacimiento cuando le vio salir de allí dentro tan pequeñín, tan brillante y tan blanquito.

     Y las expectativas se fueron cumpliendo. Alfonsito se doblaba con nada, cada poco había que llevarle al hospital porque algo en su cuerpo había tomado una de esas posturas que tanto nos asustan. Era raro el día que su cuerpecillo no se adornaba con algún ostentoso vendaje, o se vencía bajo el peso de alguna pesada escayola. Una pierna, un dedito, una clavícula, cualquiera de sus ligeros huesecillos  podía venirse abajo en el momento menos indicado. Era tan flojo que hasta la voz se le quebraba cuando, llevado de algún arrebato, intentaba levantar el tono.

     Al principio, sus desgracias le hicieron ser objeto de lástima, pero como todo en este mundo, la abundancia de estas, hizo que la gente que le rodeaba perdiera su interés por él y la lástima se convirtió -en los mejores casos- en burla. Los niños del colegio, que en un principio le invitaban a sus juegos, poco a poco fueron dándole de lado porque siempre se los fastidiaba. Uno tras otro, todos los días lo mismo: el juego se acababa rápidamente cuando Alfonsito se rompía o doblaba algo, así que, lo que tenía que llegar, llegó, y el chiquillo quedó relegado a un olvidado rincón del patio donde pasaba los recreos leyendo libros.

     Un día que, como siempre solo y escayolado de un brazo, leía bajo el olmo del patio, un pollito de gorrión que vivía en uno de los nidos de sus ramas, cayó ante él. ¡Que mala suerte! Aterrizó al otro lado de la verja y Alfonsito, estremecido, veía como el chiquitín, piaba desconsolado fuera de su alcance. Llevado por la desesperación, metió su bracito escayolado entre los barrotes e intentó con todas sus fuerzas acceder a él para ponerlo a salvo. Exasperado, manoteaba con nerviosismo sin alcanzarlo, y cuando la resignación ya se hacía hueco en su corazón, la escayola comenzó a resquebrajarse. Al poco, y ante sus extrañados ojos, su brazo quedó libre, pero… como si de goma estuviera hecho, se doblaba y retorcía sin control. Alfonsito, que en un primer momento se le pasó por la cabeza salir corriendo para pedir ayuda, cayó en la cuenta que ningún dolor le atenazaba y que podía mover el brazo en cualquier dirección… y hasta estirarlo de una manera nada natural. Con los ojos como platos y el corazón a punto de salírsele del pecho, cogió sin dificultad al desconsolado animal y alargando el brazo uno, dos y hasta  tres metros lo depositó en el nido. Poco después, el brazo volvió a su normal disposición sin que nada ni nadie pudieran creer lo que había hecho momentos antes.

     Alfonsito no cabía en sí de alegría. Allí, en aquel apartado rincón del patio, oculto a las miradas de todos, empezó a disfrutar de sus recién adquiridas destrezas. ¡Parecía de goma! Pero no de una goma blandengue y delicada, sino fuerte y recia; sus piernas, sus brazos, su cuerpo, se doblaban, se estiraban, se encogían y agrandaban a su voluntad. Comprobó como, sin ninguna dificultad, podía subirse al olmo y a la techumbre del colegio, como, desde allí, observar a los niños jugando al fútbol, como introducirse por las rejillas de la puerta de la terraza y entrar en el edificio sin abrir la puerta. Estuvo un buen rato recorriendo, alocado, todo aquellos lugares a los que, como niño normal, nunca tuvo acceso y comprobando que sus habilidades no tenían límite… entró en las cocinas del cole y descubrió la bazofia que les daban de comer; desde la ventana del despacho, comprobó como, su madre que, además de viuda,  era un poco disipada, se ocupaba de intimar con el director del colegio y así, ahorrarse las cuotas de su educación; oyó como los compañeros hacían chanza y burla de su disposición a la dolencia y poco a poco, su alegría se fue apagando. Pesó en utilizar su destreza para la venganza, y disfrutar de ella desde lo alto, hacerles desgraciados de por vida, pero, de vuelta al banco desde donde se iniciara su increíble experiencia, cayó en la cuenta que continuar leyendo y actuar como si nada hubiera pasado, era la opción acertada.

     Miró a lo alto y comprobó que con su alocado piar, el polluelo le daba la razón.



                                                                                                        Aldade




                                                                                        

sábado, 6 de julio de 2013

El sufragio digestivo

Queridos colocotrocos. Hoy, entre otras, llegó a mi poder esta colaboración versada en justificar las inseguras premisas que se toman en cuenta a la hora de emitir el voto en eso que llamáis democracia. Aquí, en Colocotroco, los ciudadanos no tienen ese problema: aquí sólo se vota en cama elástica; que es más divertido.A los políticos, se les compra directamente. ¡Para qué andarse con zarandajas! Así, por lo menos, pagan el IVA.



EL SUFRAGIO DIGESTIVO



Hoy, retenido en el diario atasco de la M-40 he caído en cuenta de cierto anuncio radiofónico en el que una conocida empresa, entre coros y fanfarrias, nos anuncia que la responsable de nuestro nivel de vida y progreso es la energía y que ella misma, como “humilde” productora y vendedora de la misma, se merece nuestro más sincero aplauso. El anuncio era como de mitin post-desastre. Como si se tratara de uno de esos discursos de película americana cuando el líder se dirige al pueblo para levantarles la moral después de que un meteorito haya destruido todo el medio-oeste; de esos que a medida que transcurre la soflama se te va inflando el pecho y cuando acaba, o expulsas el aire, o explotas. Una pena, vamos…  El caso es que, bien mirado, quemamos lo que no arde, ensuciamos sobre lo sucio, pavimentamos todo lo que haya que pavimentar, matamos hasta lo que no tiene vida y derrochamos  lo que nunca fue nuestro y sin embargo, estas realidades se nos presentan como delicadezas dignas de zares, como zapatos hechos a medida. Esta atmósfera hipnotizante se extiende a todos los recovecos de la sociedad; no puedes escapar de ella, te rodea, te envuelve y te inunda. No encontramos la ventana por la que sacar la cabeza y respirar. Que esa miríada de elegidos, tan inteligentes ellos, tan sagaces, tan bien pagados no tengan otra manera de convencernos, no tiene disculpa ni descargo. Que estos prebostes tengan que endulzar sus nimias conquistas arrastrando siempre las del contrincante,  ¿No huele a podrido?
Ya no creo en casi nada ni en casi nadie…
            Decía mi abuela “To esos sermones pa mis cojones”… y decía bien. Cuando perciba sentido común, bondad, lealtad y rigor en los ojos de esos que dicen querer lo mejor para “el ciudadano”; cuando compruebe como se indigestan al montar en 400.000 euros de coche pagados por el contribuyente, cuando mis glándulas excreten correctamente tras una de esas “ejemplares actuaciones ajustadas a derecho”, cambiaré de actitud; bien entendido que me consta que ese cambio, a ellos, les trae absolutamente al fresco.
            Sé que meter a todos en el mismo frasco no es lo correcto, pero a la hora de repartir papeles en esta sociedad, a mí no se me asignó el de impartir justicia, sino el de pagar impuestos y cumplir leyes, así es que es lo que hago… y si no estoy de acuerdo, fíjate tú que no saco el Kalasnikoff y me lío a repartir plomo… ¿A que no?
Sólo del regusto, del tufillo, de esa sensación residual que, proveniente del fondo de estómago, alcanza las papilas gustativas, puedo fiarme… Esas sí que son fiables y, a la postre, son las que dirigirán mis manos a la papeleta que después dará de comer opíparamente a quienes dirigen mi destino.
Ni los políticos, ni la prensa, ni la justicia, ni la religión conseguirán convencerme de otra cosa que no sea que esta democracia en la que nos movemos no se basa en el responsable y meditado sufragio popular, sino en el sufragio digestivo.


Aldade. (22-09-2010)

jueves, 4 de julio de 2013

Versos 004

Queridos colocotrocos: Habida cuenta de la profusión de salvapatrias, mentirosos, manipuladores y ventajistas que nos rodean y de que -justo es reconocerlo- se alimentan de la estupidez, incultura, necedad y falta de criterio del populacho, he decidido prohibir estos defectos con la intención de matar a aquellos de inanición.


Versos 004


Llama a voz en grito al jamelgo represor
quien, a sabiendas, a la contra camina.
A pescar enseña sin dar carne con espina,
pregunta y levanta la pesada alfombra
sin enterarse que al poderoso hace sombra
y tanto pecado hizo nunca un pecador.

Sólo absurdos héroes y alocados villanos
escriben la arrastrada y hedionda historia
plagada de mentiras sin memoria,
de olvidadas muertes atiborrada,
de imaginadas gestas tapizada.
Amigo al enemigo y bastardo al hermano.

Otrora, la calidez de un sencillo momento.
Ahora, una sincera mirada.
Después, una flor perfumada
Y el silencio de unos párpados asintiendo

Y donde la ira tiñó todo de rojo,
hincará la paz sus raíces;
hondas,
recias,
puras;
sin recodos, sin matices;

donde el odio sea, de la basura, el despojo.

                                                 Aldade

lunes, 1 de julio de 2013

Elucubraciones sin ton ni son.

Queridos Colocotrocos: Hoy os dejo, a modo de complicación innecesaria, un cúmulo de disquisiciones fuera de momento y lugar. Espero que os desconcierten de la misma forma que lo hicieron conmigo y es que, algunos días estoy que no me aguanto.


ELUCUBRACIONES SIN TON NI SON




Es miseria humana, la envidia, la que nos fue dada sin ser pedida y nos hace imposible ver que tú eres tu propio prójimo. Suspiras con tener, poder, sentir; acaparar lo divino y lo humano sin caer en cuenta la cantidad de trenes que pasan ante ti y no tomas, trenes cargados de eso que desdeñas a la ligera, porque tan enfrascado estás en tus deseos que no te enteras de lo que ocurre alrededor tuya. No te das cuenta de que el niñato que hace ruido en la calle y que tanto irrita, eres tú hace algunos años; que ese señor tan engominado que interviene en la tertulia televisiva y que vierte argumentos con inteligente naturalidad serías tú si no hubieras dejado las clases de la facultad y cultivado el estómago más que la mente… Sí, que ese mierda que está pegando a su mujer en el piso de abajo eres tú;  si no hubieras dejado de salir con aquella gente que bebía tanto. Tratamos a los demás con la lejanía del que se cree inmune y todopoderoso, aplicamos tópicos a diestro y siniestro, catalogamos, encasillamos, sobreseemos o condenamos con tanta ligereza que si no fuera por lo ingrávidos que son nuestros pensamientos y palabras, estos nos aplastarían por justicia física, pero… Y si no fuera así; y si por un “quítame allá esas pajas” aparece gente que te tiene en respeto, que siente lo que dices y escucha lo que piensas, que aprovecha esos buñuelos de viento envenenados de inconsistencia para saciar su hambre de ideas… Pues que acabas de poner una sucia estrella más en esta caótica galaxia, una estrellita muy parecida a las demás y ante la cual no sabrás si está para darte luz y calor o para reventarte en las narices.

Somos subproductos de nuestra propia envidia.

Todos tenemos contraindicaciones y efectos secundarios. Es más, son más profusos y abundantes que los de la peor quimioterapia. Si sumamos los confesables y los inconfesables –vicios y virtudes- seguramente en lo que se refiere a reproches, la raza humana debería ser una especie muda. Por qué y de qué quejarnos sin que nuestro “mini-yo” nos ponga de vuelta y media al más mínimo de los análisis: He aquí el eterno dilema. Lo cierto es que lo criticamos todo, nada se resiste a nuestro personal y “certero” análisis. Criticamos lo hecho, lo por hacer, lo desecho y lo por deshacer; al todo y a la nada, a Dios  y a Satanás. Todo está mal o podría hacerse mucho mejor, pero si además de dejar esto claro, podemos hacer daño, mejor; eso sí, el sujeto de nuestro análisis, tengamos por seguro que no se va a quedar de brazos cruzados y ¡Por Dios! de nuevo todos los ingredientes en la coctelera.: la sempiterna, tediosa y artificial polémica. ¡Qué aburrimiento!

Mil años de Gloria para el que rompa la dinámica. Primero la idea y después el ideólogo. Somos mierdecillas pululantes con muy mala idea y poca visión de futuro a las que hay que reconvertir en seres cuyo fin último sea la obtención de una calidad de vida sostenible para si y para sus descendientes. ¿Qué como se hace eso? Pues con sobredosis de vaselina y sentido común ¡Hombre!... como se hizo siempre. Dejémosnos de psicodestripes, de socioanálisis, de rememoraciones froidianas y demás palabros que por complicadas que parezcan, nunca lo serán tanto como la enrevesada mente de los que nos quieren meter en el lío… Volvamos a la simplicidad de los remedios de la abuela, al cachete inocente y al beso sin malicia, a la mano que no peca y a la mirada sincera… o es imposible ya. No me digan que eso queda sólo en mis recuerdo y que, ajado y desecho, nunca volverá, que tendremos que vivir “per secula seculorum” mirando de reojo a ese vecino cincuentón que da caramelos a nuestra querida hija, o contratando seguros que nos protejan de seguros que no cumplen cuando otro seguro nos deje colgado. Vaya lata dormir con un tapón en el trasero. Somos tan estúpidos que si el adminículo fuera de Gore-tex, lo soportaríamos gustosos. A mí me da que ya estoy un poco cascado para el experimento, que me han vendido las gafas chungas de tapadillo y tengo tendencia a verlo todo como no quiero. Pero… ¡Por los clavos de Cris…! ¿cómo pueden ser tan listos?. Mañana le doy la vuelta a la tortilla. Voy a empezar a dar limosna, ¡ea! y a prestar dinero a los amiguetes aunque vaya pillado y salir a la calle desabrigado dando pecho al relente y… ¡bueno!, voy a ser un inconsciente; tengo que recuperarme de tantos años caminando entre las líneas del libro rojo… y me pondré al lado de las miríadas de  tipos como yo, para ser tan diferente como ellos.

¡En fín! Si has conseguido llegar al final de esta página y media de desatinos y desvaríos es que tienes moral para seguir jugando a vivir y no te importa demasiado perder tiempo…

¡Envidia me das!



                                                                       Aldade