Fotos con fundamento

   
  Estimados colocotrocos. Esta página está específicamente destinada a dar referencias de las fotos que van apareciendo en este, vuestro blog. Me consta que, si vuestros gustos se parecen a los míos, no renegaréis del conocimiento, por nimio que este sea. ¡Ah! y todas las fotos que no ponga autor son de este que os da la vara, salvo algunas de las Crónicas Ganimedianas que son composiciones libres obtenidas desde internet.

     Saludos y que os entretengáis.


"Antes partía que doblá"


Este notable ejemplar de pino piñonero, no resistió uno de los vendavales del año pasado. Se encuentra en un recóndito paraje de Villaviosa de Odón.


Cuernos al atardecer.



El monte de El Pardo es una maravilla... ¿o no?




Cuando el diablo nada tiene que hacer...



     Este es el resultado de una jornada de aburrimiento en una persona armada.
La muestra que veis es común en todos los cotos de caza que en esta tierra existen. En concreto esto pertenece a un acotado de Villaviciosa de Odón, en Madrid.
Qué he hecho yo para merecer esto.



     Pensará la pobre oveja -y con razón- que nunca mereció semejante trato. Encima el desaguisado se cometió como exhibición en la Feria de Oficios Tradicionales de la Sierra Norte de Madrid.

Los gigantes también caen.


    
    Este respetable pino sucumbió al viento el pasado diciembre en la finca El Monje de Villaviciosa de Odón... y es que el final llega tarde o temprano a todo ser vivo.





Haya paz entre las bestias.



Así es como se piropean los cazadores en Sevilla la Nueva, Madrid. ¡Claro!, después, les pasa como a todos los "bocachanclas". Tiros, lo que se dice tiros... ni en la caseta de la feria.



Que empiece ya, que el público se va.



  Queridos colocotrocos. Este reunión ciudadana ocurrió en uno de los campos de cereal que rodean Sevilla la Nueva, en Madrid. Son gorriones expulsados de la ciudad por las hurracas, cotorras y demás abusones urbanos.


Este no está para farolillos



  Queridísimos colocotrocos. Este pedazo de chucho, a pesar de las apariencias, estaba más muerto que los dinosaurios del Museo de Ciencias Naturales. Lo tenían disecado en la FICAAR (Feria Internacional de Caza y Armas) En el pabellón de cristal de la Casa de Campo de Madrid en 2010. ¿A que estaría mejor vivito y coleando? Pues hay gente que no lo cree así.



Picores los tiene cualquiera



  Estimados colocotrocos. Este tocón tan lucido y brillante de pino es fruto de los esfuerzos que hacen los jabalíes por calmar sus picores. Se encuentra en el monte "El Cerrado", en Valdemorillo 


La higuera promiscua.



Hace muchos años, alguien decidió hacer un pozo que luego abandonó, y hete aquí que con los tiempos que corren, donde hasta las higueras ejercen de okupas, una le echó el ojo y dijo: ¡Esta es la mía!.. y hasta hoy. Brunete (Madrid)


No sólo de hojas vive el escarabajo.



¡Que escena más romántica! Aunque yo creo que tanto pelo no puede ser bueno. Esta secuencia de sexo y perversión tuvo lugar en el Arroyo del Alamillo, Brunete (Madrid)
Los abuelos están de más.



Este resto es el tocón de un olmo recién cortado. El arboricidio ha ocurrido en la calle General Ricardos, esquina Blasón de Madrid y, en mi opinión, aparte de podas infumables, para sus años (más de 150) estaba bien; tampoco conllevaba un problema de seguridad... por lo que aún me duele más su ausencia.


   
... y por si alguien tiene ganas de contar, ahí va una de anillos.



El tren de colores.



Esta preciosidad de bicho es la oruga de la mariposa Papilio machaon y estaba comiendo tranquilamente sobre un hinojo en Villanueva del Pardillo (Madrid), cuando un "pesao" se puso a hacerle fotos.



El vigilante.




El amigo que observa sus dominios (lo del fondo es la capital) es un búho real, y lo hace desde la copa de una encina en la finca Vinatea, de Colmenarejo, Madrid.



Colorines a granel.



Dicen algunos que para gusto los colores. Pues a esta macaón (Papilio machaon) gusto le sobra. Qué cosa más bonita, ¡Joé! Ya verás como viene alguien y ta la j....
Nuestra amiga vive, o vivía, en tierras de Colmenarejo, Madrid.


¡Total!, si es una zorra.



A este pobre animal -una zorra joven-, no se le ocurrió otra cosa que intentar atravesar la M-513 a la altura del Km 15 un sábado de madrugada. Sé que hay desgracias en este mundo infinitamente mayores, pero... ¡qué queréis que os diga! se me hace un nudo en el estómago que me impide digerirlo como si tal cosa. (Brunete, Madrid)



¡Estos coreanos!



Esta preciosidad -creo que es una lagatija roquera (Podarcis muralis)- fue retirada de la carretera y, por lo tanto salvada del atropello y depositada al margen, con lo que se ofreció en sacrificio a las urracas. No tendrá más de dos o tres días de vida, pero tiene una mirada de vieja "¡que para qué contar!" (V. de Odón, Madrid)



Caliente, caliente



Hay que ver el daño que hacen los tontitos del mechero... y no me refiero al currante que se le va una chispa, ni al descuidado del cigarrito, siquiera al de la barbacoa, sino al memo que le gusta prender y que después se queda a mirar como una gente se juega el pescuezo intentando que otra gente no lo pierda todo... ¡Collejas les daba yo hasta quedarme sin mano!
Esto que veis ocurrió el pasado junio en el camino de la Zarzuela, Villavicosa de Odón, Madrid.



El abrazote



Mira tú que la hiedra no tenía otra cosa que hacer que cepillarse al pino... aunque la batalla no se ha decidido aún. Esta escaramuza sucede en uno de los arroyos que bajan del puerto de Canencia (Madrid) en su ladera norte.


El fresno valiente



El fresno valiente no es otro que uno de los del paraje de Fuente Vieja, en la tierra de Valdemorillo (Madrid), al que en su tierna infancia, un desaprensivo colocó una placa anunciadora de coto de caza... y el temerario ejemplar convirtiose en adalid de la norma que lo prohíbe y se merendó el anuncio. ¡Para que se enteren de lo que vale un peine!



Los viejos, primero.


Algunos dicen que los viejos no sirven para nada... ¡Como que no! Aunque sea ocupar sitio, ¡hombre!. Este fenomenal eucalipto está en la plaza de la iglesia de San Sebastián, en Carabanchel, Madrid y os aseguro que temo por su vida. El día que salga la más pequeña grieta en alguna de las casas que le rodean, ¿a que no sabéis a quien va a cargar con toda la culpa?... pues eso.



El camino verde


¡Bonito! ¿eh? Pues está en Asturias. Es uno de los caminos de acceso a la playa del Molino, en la pedanía de Caroyas, Valdés y, además del paisano y algún que otro intrépido expedicionario, es transitado por unas garrapatas del tamaño de un jabalí berrugoso... ¡os lo juro!



El pino glotón


Este hambriento pino es de Villaviciosa de Odón, de una urbanización llamada El Castillo. Como los niños. los árboles crecen, pero a diferencia de los primeros, a los que se les va amoldando el atuendo, a este pobre, no; y aquí tenéis el resultado... Ahora, en la actualidad (esta foto tiene cinco años) el cartelito ya ha desaparecido.



El pino glotón años más tarde.



El pinito de marras, se merendó el cartel y ahora, en la urbanización están pensando el ponerle otro, a ver si le harta.




Los cipreses, además de creer en Dios, también se cansan.


Es alucinante cómo la vida se adapta al entorno. Cómo, con el tiempo y la tranquilidad suficientes, hasta el más recio de los caracteres se doblega para sobrevivir. Esta tumba esta en el Sacramental de San Lorenzo y San José; al lado de Marqués de Vadillo, en Madrid.



Fauna volátil


Esta preciosidad es una Iphiclides podalirius y la tomé en el Cerro de la Osera en Galapagar (Madrid). Es como la palma de la mano de un niño pequeño y, como siempre, las hembras son más grandes que los machos.



Cuerpo de Agentes de Aduanas


El exquisito caballero dueño, y señor de este fiero can, guarda sus dominios en el Camino de la Zarzuela, un asentamiento irregular en la ribera del Río Guadarrama en el T. M. de Villaviciosa de Odón. No sabe  el señor, que con la ralea de alguno de sus vecinos, lo único que está haciendo es provocarlos y que, cualquier día, el animal sufra en carnes propias la bravata de su amo.



El abejaruco presumido


Este ruidoso y espectacular pajarillo, es un abejaruco. Merops apiaster; en particular, el de la imagen, apareció junto a otros cientos a finales de mayo por los márgenes del Arroyo Tachuelo, en tierras de El Álamo, Madrid y la toma se realizó segundos antes de tener que verme en la obligación de limpiar una cagadita suya de mi hombro.



El oteador


Este caballerete es un mochuelo que tiene fijada su residencia en un olivar abandonado en Brunete, Madrid. Yo le llamo Pepe, pero el se resiste y no responde al nombre. 


A mandar, que para eso estamos.


     El cartelito que aquí os presento es obra de un académico de la lengua que vive en Guadarrama de Abajo. Poblado chabolista ilegal en el T. M. de Móstoles. en la ribera del río. Como todos sabemos la ley es la ley, venga de donde venga.

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