miércoles, 16 de septiembre de 2015

MI MÚSICA DE CINE-4 (“2001, Una odisea en el espacio”, Stanley Kubrik, 1968)

     

      ¡Ay si Strauss levantara la cabeza! Si en su momento, hubiera visto la escena en la que se empleó su “Danubio azul” en “2001, Una odisea en el espacio”, seguramente, necesitaría pestañear desaforadamente para humedecer unos ojos a punto de salirse de las órbitas. Primero, por la improbabilidad de entender lo que viere, y segundo, por la belleza del binomio música/imagen.

     Kubrick se luce. Coreografiar la escena tiene mérito, mucho mérito, y es que ser el primero en hacer algo es realmente difícil, y si además, es capaz de producir sensaciones tan agradables, más. La peli es pionera en muchos aspectos: maquetas, ambientación, técnica narrativa, pero sólo por ver la llegada del transbordador a la estación orbital, merece la pena. Ni que decir tiene que los efectos son alucinantes -sobre todo para 1966-, pero centrarse en su elaboración, es restar caché a una de los momentos claves del cine de todos los tiempos.

     No he encontrado ningún vídeo de la escena con la calidad que se merece, pero para muestra vale un botón. Espero que recordar cosas como esta os siente tan bien como a mí.


Luis F. de Castro

3 comentarios:

  1. Precisa y preciosa, yo cuando la miro me entra una diarrea que lo peto, vamos una escena sublime, otros toman café, yo miro esta escena y me siento libre, seguro que no soy el único

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