Mis queridos especímenes humanos: Es mi deber anunciaros que he recibido una proposición deshonesta por parte de una ciudadana; pero, en razón a las altas responsabilidades a las que me debo, la he rechazado.
La citada proposición versa sobre el ayuntamiento -carnal o no- de esta señorita que os presento con la pretensión de dotarme de una soberana consorte que alivie mis soledades regias y, hete aquí, que mi humilde persona, argumentando que ya me ayunto bastante con mi querido pueblo, no necesito de ayudas... y además... como para todo necesite tanta pompa y boato, "vamos daos" ¡Cualquiera le pide que le rasque la espalda o le acerque una cerveza del frigo...!