martes, 29 de julio de 2014

"Corazón de León" o el renglón torcido.

   

     Sobre la base de una historia llamativa, flotan unos buenos actores; lo hacen con solvencia de la mano de una dirección casi impecable. No era necesario poner más carne en la parrilla para dejar una impronta amable en el espectador. Dicen que un buen árbitro es aquel que pasa desapercibido en el terreno de juego; pues bien, lo mismo pasa con un buen director. Sin estridencias, sin florituras se pueden hacer buenas películas y esta lo es, pero echo de menos ese punto de más, ese movimiento de riesgo que nos la haga recordar durante más tiempo que otras muchas.
     Se necesita algún renglón torcido para enderezar la historia.

Luis F. de Castro

lunes, 28 de julio de 2014

Sobre como llevar a cabo nuestras decisiones


http://akifrases.com/frase/115674

¿Donde está la teoría y -en consecuencia-, donde buscar para ponerla en práctica?
¿Por qué es tan difícil hacer lo que se quiere?
Desde niño –si alguna vez lo fui- me pregunto como llevar a buen fin aquello que decido, como realizar lo que analizado y concluido, tomamos por necesario. La pregunta puede parecer estúpida  y quizás lo sea, pero en mis adentros se baten en duelo contradicciones e inconvenientes que llevan tan liviana cuestión a los altares de la filosofía.
No me refiero a los avatares del destino, no a aquellas circunstancias externas que obstaculizan tu voluntad, sino a los estorbos y trabas que pone esa parte de ti mismo, -por demás rebelde y maleducada-  que te impide llevar a cabo tus propias decisiones.
En cierta forma deberíamos agradecer su existencia, ya que, si no fuera por ella, nuestro discurrir por este mundo no diferiría en mucho de la de un procesador de datos y se perdería la chispa que provoca en nuestras vidas la incertidumbre que produce el incontrolable actuar humano.


Luis F. de Castro.

domingo, 27 de julio de 2014

Corta reflexión sobre nuestra naturaleza.


http://quenotelacuenten.verboencarnado.net/wp-content/uploads/2014/01/creacionismo-evolucionismo5.jpg


Es de una soberbia imperdonable concluir que somos el más importante y perfecto resultado de la evolución natural de las especies. De hecho, estoy convencido que somos una falla en ella. Muchas especies en su devenir, son capaces de provocar puntos de inflexión en los que resultan perjudicadas, incluso pueden inducir su propia extinción o la de otras especies; pero el hombre ha introducido una mota en el ojo de la historia natural: el raciocinio y como ser consciente de sí, una maldad preconcebida que unida a su secular simpleza de miras –dicho esto en su acepción más peyorativa- nos llevará al caos. Es difícil por improbable, que consigamos revertir la situación en que nuestra artificiosa estupidez  no nos introduzca a los pocos supervivientes otra vez en las cavernas… y esto dentro de una visión, a todas luces, optimista.


Luis F. de Castro.

miércoles, 23 de julio de 2014

Juanón y las setas (fragmentillo)

     
http://www.dormirbien.info/destacadas/duermes-bien-descubre-si-tus-habitos-de-sueno-son-saludables/


     A veces, la soberbia disloca nuestra percepción de las cosas, la trastoca dándonos a entender que vemos lo que no vemos y oímos lo que nunca se dijo; hace que denigremos sin razón y vilipendiemos al honorable. Ese, seguramente, podría ser el caso que se diera si, al entrar en esa casa -la del portón-, opináramos directamente sobre su habitante o poseedor. Pues se equivocan: darían plenamente en el clavo. Al primer paso encontrarían una estancia grande, con paredes pintadas de algún color indefinido y llena por doquier de desconches y piteras. Una chimenea con el hogar negro de humo y frío de desuso. Pocos muebles; viejos y desvencijados; cuatro enseres mal contados y distribuidos al azar. Restos de comida en una mesa que, en su día, debió ser de madera, y hoy... quien sabe. Una penumbra vieja, como de cueva, penumbra que, sospecho, no desaparecería tras conectar la mugrienta bombilla que pendía del techo de agrietada escayola. Un aroma a humedad rancia atacaba nuestro olfato que, sin posibilidad de defensa, se rendía a la fatal evidencia con prontitud. Al fondo, una puerta de esa madera que -por hueca y barata- no pesa, daba paso a algo que debía servir de dormitorio; grande también, podríamos decir que muy grande si tenemos en cuenta que se encontraba exclusivamente amueblado con una enorme y antigua cama de alto cabecero latonado, una mesilla, un armario ropero al que habían abandonado las puertas y un palanganero con espejo.

martes, 22 de julio de 2014

"Perdona si te llamo amor" Intrascendente como la vida misma

       


     He pensado durante unos segundo si esta película me hubiera gustado de haberla visto hace años; con dieciocho añitos -por ejemplo-, y mira tú que tampoco. Melindrosa hasta límites absurdos, irreal y artificiosa... El director ha obrado el milagro: una película llena de adolescentes y no aparece ni un solo grano... ¡Magnífico!. En ciertos aspectos es una película de culto, que no de cultura, si bien, a su vez, tiene algo de elitista y sofisticada: Hay que tener "algo especial" para tragársela sin mirar el reloj o estremecerse ante tanto merengue caducado.

Luis de Castro.

domingo, 20 de julio de 2014

Bicho malo nunca muere

¿Quieres saber cuantos años darás la coña en este mundo? Pues haz este test. Lo he transcrito de uno de los blogs que sigo y tiene visos de no ser uno de esos de revista dominical. 

Ya me contaréis.


El Test

Empieza con la cifra 76 años.
  1. -Si tu edad actual está entre 30 y 50 años, suma 2. Si está entre 50 y 70, suma 4.
  2. -Si eres mujer, suma 4.
  3. -Si eres hombre, resta 3.
  4. -Si vives en una ciudad de más de 2 millones de habitantes, resta 2. Si vives en una población de menos de 10.000 habitantes, suma 2.
  5. -Si alguno de tus hermanos padeció diabetes en la infancia o antes de los 50 años, cáncer o enfermedad cardiaca, resta 3.
  6. -Si tu padre o madre fallecieron antes de los 50 años por enfermedad cardiaca o derrame cerebral, resta 4.
  7. -Si uno de tus abuelos vivió hasta los 85 años, suma 2. O si tus cuatro abuelos llegaron hasta los 80 años, suma 6.
  8. -Si tus ingresos anuales son iguales o superiores a 50.000 euros, resta 2.
  9. -Si eres graduado escolar, suma 1.
  10. -Si tienes estudios superiores, suma 2.
  11. -Si vives en pareja, suma 5. Si vives solo, resta 3.
  12. -Por cada 10 años que hayas vivido solo después de los 25 años, resta 3.
  13. -Si tu trabajo es sedentario, resta 3. Si requiere esfuerzo físico, suma 3.
  14. -Si has cumplido 65 años y no te has jubilado, suma 3.
  15. -Si haces ejercicio intenso 30 minutos, 5 veces a la semana, suma 4. Si lo haces 2 o tres veces a la semana, suma 2.
  16. -Si duermes 10 o más horas diarias, resta 4.
  17. -Si tu personalidad es tranquila y sosegada, suma 3. Si es tensa y nerviosa, resta 3.
  18. -Si te consideras feliz, suma 1. Si te considera desgraciado, resta 2.
  19. -Si durante el último año te han puesto una multa de tráfico por exceso de velocidad, resta 1.
  20. -Si bebes más de dos copas de licor al día, resta 1.
  21. -Si fumas más de 40 cigarrillos al día, resta 8. Entre 20 y 40, resta 6. Entre 10 y 20, resta 3.
  22. -Si tienes sobrepeso de más de 22 kg sobre tu peso ideal, resta 8. Si tu sobrepeso está entre 13 y 22 kg, resta 4. Entre 5 y 13, resta 2.
  23. -Si tienes más de 40 años y anualmente te haces una revisión médica (ginecológica si eres mujer), suma 2.
El cálculo total son los años que vivirás (si falla, no hay libro de reclamaciones).

jueves, 17 de julio de 2014

El tumor


Queridos colocotrocos; No sé si pensaréis como yo, pero que  la sociedad en la que vivimos siente aversión a las ideas nuevas, es para mí un hecho. Todo lo que vaya en la dirección de revolver tópicos y sacar a la masa de su zona de confort, da grima. No estoy hablando de un nuevo smartphone o de una ventajosa cuenta vivienda, sino de ideas que afecten al ideario político/religioso/económico que nos organiza. Tocar eso es como "mentar a la bicha"



Intentaba transmitir seguridad, pero en su interior, todo eran incertidumbres. Sabía de sobras que hay cosas que no están en los libros, cosas nimias en apariencia y vitales en verdad y que, de no ser tenidas en cuenta, llevarán el resultado al ignoto territorio del azar.
El tumor se había extendido imparable y pedía a gritos la intervención liberadora. La carne se pudría vertiginosamente y la vida de su dueño pendía de su decisión.
Por fin, resuelto, enarboló el bisturí y entre las sombras de la anestesia atacó la raíz del mal. Cercenó sin mesura,  cortó, escindió todo lo que parecía anormal y insano y al cabo concluyó que con ello, el problema estaría resuelto.
Al poco, comprobó cuan equivocado estaba. La fiebre no remitía, el dolor continuaba presente y su establecido conocimiento sufrió un rapapolvo más, uno más de tantos.
Pero el paciente, contra todo pronostico, no terminaba por morir. Tal parecía soportar los rigores del tumor que ya era más él que él mismo.
Y nuestro cirujano, transido de contradicciones, notó cruzar su pensamiento por una idea perturbadora: ¿No será una evolución y no una enfermedad? ¿No será esa masa, aparentemente informe y agresiva, un nuevo renacer vivificado?
… y dejó pasar el tiempo observando lo suficiente como para comprobar lo cierto de sus suposición. Nuevos cuerpo y alma surgieron de las profundidades del dolor, mas serena y sabia y nuestro hombre concluyó que éramos los culpables de frenar una evolución imparable y necesaria.
Más nada pudo hacer para transmitir su descubrimiento que, por revolucionario y absurdo se denigró hasta hacerlo desaparecer.
Y el mundo siguió extirpando tumores  con la más tranquila de las conciencias




Luis de Castro

Las cosas de Teobaldo (Un pedazzzzito más)

     

                                                                  http://www.demiedo.es/asesinato-sangriento/
     

     -Muñeca... yo nunca repito la misma puta... sólo trae problemas, pero en tu caso... en tu caso puedo hacer una excepción. -El hombre, en un principio expectante ante la sumisa actitud de Cornelia, deja caer el maletín, y con recuperado aplomo, acorta de nuevo el espacio que les separa, pasa uno de los brazos por su cintura, la atrae fuertemente hacia él y asiendo por detrás la recogida melena de la mujer, la obliga a mantener su mirada... el bolso de la mujer cae al suelo. Los castaños ojos de Cornelia lucen llorosos; el humo les ha dado un brillo especial, soberbio, ansioso y eso excita tanto al hombre que descerraja un violento beso en su boca. Cornelia siente en sus vísceras una reconocible mezcla de odio y excitación. La saliva, su aliento... tiene un fuerte aroma a tabaco que se mezcla con Fahrenheit para hombre y esto, junto al roce de una barba incipiente y el bulto que se presiona contra su vientre, la sublima, hace hervir su sangre. Las ágiles manos del hombre recorren todo su cuerpo y al llegar a las nalgas, aprietan con furia su carne y Cornelia se estremece de dolor; una punzada intensa recorre su cuerpo que recuerda en el acto lo que ha venido a hacer. La tensión de ambos cuerpos parece descontrolada y, de pronto, el hombre se afloja y sin que nada pueda impedirlo cae al suelo como un pesado saco. Su cabeza golpea en la parte de la pared más pegada al suelo, lo hace con violencia y allí se queda quieto... muy quieto. Desde abajo, con desencajada expresión, mira a la mujer. Cornelia, firme ante él, sostiene un afilado y sangrante escalpelo en su mano derecha. Un incipiente reguero de sangre se extiende incontenible tras su cabeza buscando el centro de la mísera callejuela. El hombre, tendido inerme ante su matarife, busca con ojos de pánico una explicación... una explicación que Cornelia conoce bien: le ha seccionado la médula espinal justo por debajo del cuello y mientras su sangre no se escape del todo, sera consciente de una muerte inapelable. La mujer se pone en cuclillas ante él, lentamente le baja la bragueta del pantalón y con la mano izquierda le saca la polla...
-Es hermosa, ¿verdad? Lástima que sus días de diversión hayan acabado. -Cornelia, la sostiene en su mano y la masajea con lentitud, hace ademán de una lenta masturbación subiendo y bajando la piel del prepucio, acaricia el glande y pasa el dedo pulgar por el meato. La potente erección que tuviera hace unos minutos es historia y como único recuerdo queda un pene grande blando y dócil -Es extraño -se pregunta Cornelia mirando a un lado y a otro la desierta callejuela-, hace unos segundos era el órgano más vivo del universo, y ahora... -Con extremada lentitud, dirige el escalpelo hacia el miembro del hombre cuyos ojos muestran más espanto que el despertado por una simple y dolorosa muerte. Con fría pericia corta piel y músculo hasta que, con un último y sangrante movimiento, lo separa definitivamente de su dueño. Observa como se vacía de sangre en la palma de su mano y con una frialdad pasmosa, sin gestos en la cara ni sentimientos en el corazón, se lo introduce en la boca entero, empujando con fuerza, con profesional saña, hasta que nota en sus dedos que nada más cabe allí. El miedo y su persona son todo uno en el hombre que, debido a la ausencia de aire, empieza por enrojecer para, a los pocos segundos amoratarse y morir... Cornelia, absorta, mira la expresión de sus ojos y, aunque parezca mentira no siente saciada su venganza... no siente nada... su ansiada satisfacción no aparece por ningún sitio, hasta que algo la sujeta por el brazo. Alza la vista para encontrarse con la mirada del malencarado que, adusto y comprometido, tira de ella intentando sacarla de allí. La mujer se limpia las manos y el escalpelo con el faldón de la camisa del muerto, coge su bolso, el maletín y, con premura se alejan buscando el ruidoso zoco.

       Luis de Castro

miércoles, 16 de julio de 2014

Pepito el dubitativo

                                                                      Dibujo de Gianni Peg


Ya desde niño, a Pepito le podía la responsabilidad; cualquier decisión, por nimia que fuera, le pesaba cual losa de granito y víctima de este sentimiento, las decisiones que de él dependían se acumulaban a su alrededor como moscas sobre la mierda y aquellas que no admitían dilación se resolvían por suertes de azar.
Lo que empezó como pecado venial, devino en mortal de necesidad, hasta el punto que Pepito, que a pesar de su patológica e irracional indecisión, de tonto no tenía un pelo, aprendió como desviar su responsabilidad hacia otros, transformando así el pecado en virtud y el problema en ventaja. 
No tardó en llegar el punto en que sus únicas decisiones –y ya era algo- se resumían en concretar quien las tomaría por él y, por ende, se arrogaría con las negativas consecuencias de ser equivocada y como, si de acierto se tratara, volver las miradas hacia su persona para hacerse con loas y prebendas..
Pero ete aquí que con su indecisa y preclara inteligencia, diose cuenta de que poco a poco, con el tiempo, su universo se había ido poblando de individuos con la misma pazguata  pretensión y que ante esa abundancia de personalidades insignificantes resultaba muy difícil –cada día más- sacar la suya por entre ellos, porque, como si de una irrefrenable y virulenta infección se tratase, el mundo se había convertido en un inmenso pantanal de situaciones por decidir.
Tiempo llegó en que la gente moría antes de tomar una medida y claro, adelantado en esas lides como estaba, Pepito, por fin, tomo la iniciativa y decidió ocupar ese puesto vacante: Se convirtió como por arte de magia en el tipo que todo lo decidía.

A partir de ese momento nadie pudo objetarle nada, porque hasta para hacerle ver sus equivocaciones era necesaria una iniciativa que salvo en él, se había extinguido y que, para colmo, siquiera consideraban necesaria, por lo que Pepito, el dubitativo, dejó de serlo en beneficio irrefutable de todos sus conciudadanos.

Luis de Castro

domingo, 13 de julio de 2014

“No ser nadie”


http://www.taringa.net/posts/imagenes/5314514/Perros-de-la-calle.html

Ir donde le lleve la brisa sin rendir cuentas al tiempo.
Disfrutar el aquí y ahora como si no existiera futuro.
Mirar el bocadillo de sardinas como al amor de tu vida.
Acariciar a un perro sin preocuparte de sus pulgas.
Sentirse bien acompañado de uno mismo.
Canjear odio por trastos viejos en el contenedor de basura.
Sonreír a la puta de la esquina sin que te pase presupuesto.
Ser la persona a la que mejor sienta la ropa vieja.
Saber que las cosas solo pueden ir a mejor.
Soportar alguna paliza sin venir a cuento.
Enseñar los papeles diez veces diarias.
Eso y algunas cosas más…


…Vivir en la calle.

viernes, 11 de julio de 2014

Las Cosas de Teobaldo (otro fragmento)

     
http://culturacolectiva.com/el-camino-hacia-el-orgasmo-femenino

     Cornelia se estremece. Los hombros, la espalda, los costados; después los muslos, las pantorrillas y la planta de los pies; nada se escapa al firme y deslizante masaje de los  expertos dedos de Imelda. La tersa y prieta carne de sus nalgas ceden a la presión adaptándose a ella y ahora, Cornelia abre ligeramente las piernas. Su sexo, brillante y lampiño se ofrece a la manipulación, a la caricia y la criada, que conoce bien su trabajo, sabe lo que se le pide. Con lentitud, con exasperante lentitud, desde lo alto, deja caer unas gotas más de frío aceite sobre una vulva palpitante y deseosa para, instantes después pasear la yemas  de sus dedos por cada uno de los pliegues, de los recovecos de ese coño impaciente. Sonidos indefinibles escapan de la garganta de Cornelia. Con fuerza la pequeña filipina, introduce los dedos anular y corazón hasta el fondo del húmedo escondite y, a la vez, con el pulgar masajea la extremadamente suave y delicada piel que rodea el ano, haciendo que se contraiga y dilate a un ritmo creciente. Se inicia así un contenido baile que como música sólo necesita de murmullos y jadeos y cuya coreografía nadie estudió nunca. Imelda, con la palma de su mano libre en la curva lumbar, mantiene pegada a Cornelia a la camilla, protegiéndola así de su propia danza, mientras que con la otra chapotea en el sagrado charco de su dueña, y lo que en un primer momento fue cadencioso y rítmico, se va acelerando para convertirse instantes después, en un precipitado descenso escalinatas abajo en busca del único final posible. Cornelia gime y se desespera, traga saliva; su cara, con los ojos cerrados, vuela de un lado a otro de la estancia  esperando llegar al fuego. Con una mano se ha agarrando desesperadamente al borde de la camilla y con la otra sujeta los muslos de Imelda en pos inconsciente de carne cálida que le acompañe. Hunde sus precipitados dedos entre las piernas de la criada intentando resguardarse del vértigo, mientras esta se afana dejando ver una sonrisa de satisfacción en el rostro. Cuando los estertores llegan, abre ojos y boca, y además de encontrar el aire y la luz que buscan, descubren al malencarado que, desde la puerta del baño, justo detrás de Imelda, observa impávido la escena... y eso eleva su excitación haciendo que el orgasmo sea más intenso aún.

miércoles, 9 de julio de 2014

El sincero maleducado.



Hoy es uno de esos días en los que  caigo en cuenta  de la necesidad del sentido común en las relaciones interpersonales. Hasta qué punto la positividad en el mundo de la percepción es beneficiosa.  Qué maravillosa la relación entre gente bienhumorada  y constructiva.  Hasta el punto de que considero que “Ver el vaso medio lleno” ya no es una opción, es una obligación moral que,  visto lo visto y atendiendo a la frágil e impresionable psicología de esta masa humana,  se ha convertido en una imprescindible terapia de grupo. 

Es teniendo en cuenta esta tesitura cuando caes en la cuenta de lo perjudicial que resulta el sincero maleducado. Todos los conocemos;  son esos especímenes  –entre otras cosas, un poco simples y primitivos- que carecen del sentido de la oportunidad mostrando una incapacidad patológica de discernir el daño que pueden causas sus acciones y palabras; son esas que en determinadas situaciones,  están más cerca del comportamiento animal que del  procedente del raciocinio y que ladran inmisericordes cuan poderosos justicieros, mientras otros solucionan los problemas que dieron lugar a esos ladridos.  Los hay en todas las escalas sociales, desde la vecina de al lado al compañero de trabajo, desde la ama de casa al parlamentario de turno.  Florecen por doquier; nos rodean atacándonos sin compasión incapaces de comprender el mal que les consume, inconscientes de su dañina manera de ser.  Todo tiene su momento, pero para ellos es siempre hora de quejarse, añadirle peros y descerrajar improperios indiscriminadamente; eso sí, nunca es tiempo de mirar el propio ombligo. Se alimentan del odio que crean, de la incómoda desazón que dejan en sus víctimas; y todo ello hasta el punto que la infelicidad de los demás les satisface, les sacia y les engorda el cuerpo y el alma. 
Son parásitos de la felicidad.

Luis de Castro

Sobre el tiempo


http://wasanga.com/paolagalindo/pierdas-el-tiempo-mejor-utilizalo/



Qué es el tiempo sino el lapso que separa nacer de morir. Nada de definiciones científicas ni elucubraciones numéricas, solo eso; porque el tiempo solo existe mientras sientes su paso y, una vez vivido, desaparece para ser historia, solo eso, historia.
¿Por qué me siento tan mal cuando nada hago? ¿por qué el concepto de tiempo perdido se agranda tanto como para hacerme sentir culpable de un delito execrable?. ¿Será la sospecha de que nada quedará de nosotros cuando hayamos muerto?
Que somos algo más que un cuerpo físico es evidente, pero de ahí a que eso que somos de más sobreviva a nuestra materia, es una elucubración atrevida. Todo desaparece al ocaso y solo la memoria de otros nos mantendrá “un poco vivos”, para desaparecer tras el dueño de esos recuerdos.


Luis de Castro.

domingo, 6 de julio de 2014

Las cosas de Teobaldo (fragmento)

     
Dibujo: Felipe de Castro


      Cornelia, al decir de la gente que cree conocerla, es una mujer de armas tomar. Nunca pasa desapercibida; sea por como es, sea por lo que hace o por lo que dice, nadie podría mantenerse a su lado sin caer en la cuenta que está ante alguien poco corriente. Su vida ha sido un interminable rosario de situaciones imprevisibles, incertidumbres, propósitos y despropósitos que, si bien podría aplicarse a cualquier ser humano, no en esas cantidades, no tan excesivo, no tan desorbitado. El resultado es una mujer de cincuenta años, inteligente, locuaz, resuelta hasta la temeridad y tan temible para sus enemigos como para sus amigos; de hecho, no tiene ni unos ni otros, tiene víctimas; así, la naturaleza -sabia en extremo- y al igual que hace con aquellos animales extremadamente venenosos a los que viste de vivos colores, la ha dotado de una fisonomía extraña, especial. No es alta ni baja, de un metro sesenta y cinco más o menos; muy delgada, con una melena negra de pelo rizado que al caer sobre sus hombros lo hace de manera indómita; rasgados, profundos y castaños ojos que contrastan con su piel blanca, muy blanca, y una forma de hablar, sonreír y mirar que intenta prevenir a todo aquel que tenga que ver con ella, del peligro ante el que se enfrenta.

Luis de Castro

viernes, 4 de julio de 2014

El futuro, ese cabroncete.




No somos casi nada.
Algunos –incautos e inocentes ellos- piensan que son autores de sus vidas… ¡Ja! –les digo- Eso será con el permiso del azar, la suerte o el médico de cabecera. Cierto es que si te comportas como un patán, terminas como un patán, pero también lo es que si lo haces como un señor/a, existen seria posibilidades de terminar como otro patán. La más ligera brizna de viento puede cambiar el devenir de cualquiera de nosotros sin que nuestra actitud tenga mucho qué decir.

Así es que pensemos en el futuro lo justo; ni más ni menos que lo justo, que llega pronto, nos pilla desprevenidos y hace de nosotros lo que le viene en gana.

jueves, 3 de julio de 2014

¿Porqué los hombres son de dar por c… y las mujeres de tocar las p…?


http://www.usarfacebook.com/tag/mujeres/


La evidencia es la madre de la ciencia, y que machos y hembras somos diferentes, es tan cierto como que Dios es el primer invento del ser humano. No hay más que echarse un vistazo a uno mismo y compararse con el individuo de otro sexo que tengas más cercano.
 No tengo más remedio que pasarme  por el arco del triunfo los tópicos que, como todos sabemos, son esas maledicencias lazadas al aire para que gente de intelecto perezoso tengan algo de qué hablar, y me las paso por la sencilla razón de que se basan en generalidades –la mayoría de las veces- estúpidas: Que las rubias son tontas… y los calvos no, que los hombres no pueden hacer dos cosas a la vez… y ellas sí… ¡menuda sarta de jilip…eces.
Todos conocemos “excepciones” a estas tontadas; tantas que lo normal es lo “excepcional” y  sin embargo, reincidimos una y otra vez.
¿Tendremos cura?

Yo creo que no.

Luis de Castro 

miércoles, 2 de julio de 2014

Qué hemos hecho para merecer esto.




...Y digo yo: ¿No hubiera sido mejor dedicar parte de la nómina de Depp y Freeman en contratar mejores guionistas?. A ambos les favorecen los encuadres; si se hubieran prolongado algunos planos, les habríamos visto como gesticulaban solo cuando alguien les depositaba unos billetes de banco en la oculta mano. Lo que de primeras parece algo, se destapa después como una historia absurda y sin sentido, más parecida a un pastiche del "Equipo A" que a una película de alto presupuesto.

Luis de Castro

Sobre dictadores y líderes.




Son la vanidad, la petulancia y la altanería atributos básicos del dictador; lo son desde la creencia propia de su superior capacidad y la necesidad de guiar un rebaño que carece de ella.
En el mejor de los casos y en un principio, el dictador se deja llevar por un sentido paternalista que indefectiblemente degenera en jactancia, presunción y engreimiento; circunstancias estas  que conllevan a una patológica aversión al disidente y por ende a su hostigamiento y eliminación.