miércoles, 31 de diciembre de 2014

Dentro de nada, todos calientes.

http://www.mistarjetasvirtuales.com/


 Hoy, 31 de diciembre, aquí, en Madrid, hace un frío del carajo. Hace un frío conversador, de esos de los que todos hablan cuando no hay otra cosa qué decir. 
Es en esta tesitura, donde se hace difícil creer en esa cosa del calentamiento global; pero en esto pasa como con las “meigas”; creer no creeré pero haberlas hailas... 
Y digo yo; ¿porqué -y a la vez que intentan evitarlo-, no nos adaptamos a él? 
Está muy bien eso de controlar la emisión de ciertos gases, evitar conductas irrespetuosas con el medio ambiente y otras cosas así, pero vista la irreversibilidad de la situación -según los sesudos que entienden-, echo en falta medidas de adaptación a lo que se nos viene encima.


Luis F. de Castro

lunes, 29 de diciembre de 2014

¿Donde están los niños?

 Una sociedad sin niños es una sociedad triste, oscura y pesimista. Al igual que la madera pasto de la carcoma, un pueblo sin niños se quebrará ante cualquier dificultad, porque el aliciente de un futuro es el futuro mismo.
El desánimo es cosa de viejos y de niños la ilusión. Lo son todo, son la inspiración, son el motivo y la razón de un mañana vivo.
¿Dónde están los niños en esta tierra sin futuro?

¿Dónde el báculo de estos ancianos malhumorados y quejumbrosos?

                     Luis F. de Castro

La suma de todos

 http://www.humorgrafico.org/galerias/museo-virtual/franchu

Caigo en la cuenta del punto de racionalidad que en su día se quiso dar a la imagen institucional de la Comunidad de Madrid. Sin ir más lejos, su eslogan: “La suma de todos”. Bonita declaración de intenciones para una -no deja de ser eso- comunidad de propietarios; porque su fundamento se basa, a mi ufano entender, en la simple, directa y noble intención de sumar voluntades y aptitudes para conseguir las más altas cotas de bienestar común posible.
Visto lo visto y teniendo en cuenta que todos los que suman no parecen ser tantos como debiera, no estaría de más que nos mirásemos al ombligo uno por uno y analizásemos cual es nuestra aportación a la comunidad.
¿Damos más o menos de lo que recibimos?
Y después de hacer nuestras cuentas... sin trampas, por supuesto, tendremos más claro hasta que punto podemos o no exigir.


Luis F. de Castro



sábado, 27 de diciembre de 2014

El viejo tacaño.

       
       Uno, con los años, se hace escueto.
    Cada vez cuesta más mover el cuerpo y a cuenta de ello, reduce sus necesidades en razón a la posibilidad de conseguirlas.
     El tiempo te convence que pasó la hora del gallardo pavoneo, de aparentar aquello que no somos obligándote a ocultar lo que sí. Como resultado, poco a poco te sumes en una dinámica de escaqueo vital, de pasividad contemplativa y expectante que -extrañamente-, en nada tiene que ver con la vagancia o la holgazanería. Es, sencillamente, una búsqueda de la eficacia primordial, la huida de la indiscreta opulencia y el derroche. Llega el momento de preguntarse cuanto papel higiénico es necesario para eso que todos hacemos, o si para beber un sorbo necesita uno el vaso lleno hasta el borde.
     Lo mismo que nos abandona la memoria y nos aborda la torpeza, nos inunda una necesidad perentoria de ahorrar la vida y sus cosas con la ufana pretensión de usarlas en momentos más determinantes. Como si eso fuera posible... ¡pazguatos!
       Llegado el momento, nunca encuentras lo guardado.

Luis F. de Castro

lunes, 8 de diciembre de 2014

Porquería hasta en las ojeras




No sé en que lugar de la lista de sumideros de impuestos se encuentra Madrid. Ni idea tengo si los sufridos ciudadanos de esta ciudad pagamos mucho o poco en relación a otras ciudades... no lo sé; pero entre otras muchas consideraciones que pueden venir al caso, sólo me queda decir que vivo en una ciudad “pelín” asquerosa. No hay nada figurado en esto que digo, mi sensación va más en dirección a la literalidad, a intentar haceros llegar que la suciedad todo lo cubre y que para nada veo que la aportación que los ciudadanos hacemos al erario se utiliza en lo que debiera ser utilizada.

viernes, 14 de noviembre de 2014

Carta abierta a una rancia servidora pública.



Aborrecida funcionaria:

Hoy, día 14 de Noviembre, en el cruce entre las calles Espinar y Nuestra Sra. de Fátima, la avería del semáforo, requería de la actuación de la Policía Local
Quieran los más desagradecidos hados que formando parte de los agentes que para ello acudieron, estuvieras tú, y debes saber cuan desagradable me resultaste. Tu gesto de superioridad, tu pedantería, tu desabrida verborrea y tu nula capacidad profesional me llamaron la atención de forma desusada. Yo, que creía -en mi ufana experiencia- que los funcionarios policiales de hoy habían desterrado esa manera de actuar con la que, en otro tiempo, intentaban hacerte pasar por cucaracha, comprobé cuan equivocado estaba.
Menuda sensación de nausea me llevé de nuestro encuentro.
Decirte que no realizas adecuadamente tu trabajo; y que no sé si esto se debe a que el día que explicaron cómo dar el alto,  estabas de picnic, o que cuando tocaba la lección sobre cómo dirigirte a uno de esos ciudadanos que pagan tu sueldo, retozabas con tu novio en el Retiro, o que la asistencia a un concierto de Sabina, te impidió asimilar que las normas de convivencia las marca la Ley y no tú, pero lo que sí sé es que por una u otra razón, sería una suerte que estuvieras de adorno… por lo menos no harías daño.. Además recordarte que todos esos adminículos que llevas a la cintura y que –dicho sea de paso- casi no puedes mover, están para ayudarte a que esa ciudadanía a la que te debes se sienta segura, y no para intimidarla. Así que, si has reñido con tu madre, el niño no te come o ya no te quedan moscosos con los que irte unos días a Benidorm, son problemas tuyos que, como todo hijo de vecino, te tienes que tragar sin que tu labor profesional se vea enfangada por ello.
Es una puñetera maldición soportar funcionarios como tú, entre otras cosas porque enmierdas la labor de otros muchos que sí hacen lo que deben y de buenas maneras…


He dicho.

Luis F. de Castro

martes, 21 de octubre de 2014

Cuatro eran cuatro y eran los únicos buenos.

Éranse una vez cuatro tipos extrañados; éranse cuatro flores en el pantanal que entre cieno y podredumbre no perdieron su color. Vivieron callados su limpieza entre la hedionda canallesca y sin voces ni relumbrón, airosos pasaron la peor de las pruebas, la  del algodón. No mal vendría reconocerles las maneras; sus nombres en alguna calle, sus caras en algún blasón o una beca para sus niños, para que sigan ese raro patrón.
En este mundo de alimañas, donde no es normal hacer lo que se debe sino todo lo contrario, encontrar tipos como estos no deja de ser un motivo para ilusionarse… Hay remedio, hay formas que no son “coger la calle de en medio” y que me llevan a pensar… -No sé porqué- que si alabamos ruidosamente a estos y escupimos calladamente a los otros, quizás hagamos un buen futuro.
Pues eso: A *Esteban Tejera, Félix Manuel Sánchez, Iñigo María Aldaz y Francisco Servando, mi más sincero agradecimiento por hacer eso que no debía ser motivo de loa, pero que -visto lo visto- lo es.

* Los únicos consejeros de Cajamadrid que teniendo a su disposición la pitanza, prefirieron seguir a dieta.


             
                Luis F. de Castro.  

viernes, 17 de octubre de 2014

Algo huele a mierda bajo la Estrella Polar

Leo hoy con estupor dos reseñas  en un diario de tirada nacional: Una sobre la cristiana Asia Bibi, paquistaní, que tras cinco aplazamientos de la vista, comprueba como el tribunal de apelación de Lahore, confirmó ayer la pena de muerte acusada de blasfemia; su delito: Renunciar a la religión musulmana para desposar con un cristiano. Y la otra sobre Antonio Troitiño, palentino de 57 años; terrorista miembro de ETA, autor de 22 asesinatos, por los que fue condenado a más de 2.700 años de prisión y que obtuvo la libertad al considerarse cumplida la pena tras la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos después de pasar 24 cómodos años en la cárcel, y para el cual, la justicia británica ha denegado la extradición por considerar, al contrario que el Estado español, que no ha vuelto a ETA.
La humanidad se está rompiendo a jirones. Si tantos miles de  prebostes, sabios, santones, catedráticos, líderes, salvapatrias, craks, etcétera, a los que pagamos tan generosamente, no se dan cuenta hacia donde vamos, no merece la pena pagarles más. Volvamos a la ley del más fuerte, a las cavernas, a cagar por las esquinas, a devorarnos los unos a los otros… volvamos al lugar de donde venimos; al puñetero polvo.
Partiendo de la nada hemos conseguido alcanzar las más altas cotas de podredumbre.


Luis F. de Castro

jueves, 16 de octubre de 2014

Ni héroes ni villanos

Hoy me desayuno ante un cartelón -en plan anuncio de corrida de toros-, en el que se anuncia, entre loas y fanfarrias, cuan héroes son los trabajadores de la sanidad. ¡Pero que injustos somos! Cuanto vocinglero. Hace poco se les daba caña hasta en el alma y ahora… España es el país del todo o la nada, del te amo o te odio. ¿Qué nos pasa? Los trabajadores de la sanidad son exactamente iguales que aquellos que optan por profesiones en las que hay un punto vocacional. Hay muchos: Policías, veterinarios, economistas, jueces, fareros, etcétera; en fin, trabajadores que se ganan la vida haciendo lo que han elegido hacer… -peor están otros no han podido- Dejémonos ya de héroes, que después se lo creen, engordan y de ahí a villanos, hay poco. Mejor hablar de buenos o malos profesionales, de vagos o hacendosos, de honrados o mangantes; los héroes son otra cosa.



Luis F. de Castro

miércoles, 15 de octubre de 2014

La vulgar egagrópila


El hombre, desde que puede llamarse así, ha creado muchas cosas y la principal de ellas es a sí mismo. Se ha creado a golpe de sudor, sangre e ideales. No sé, ni creo llegar a saber nunca, cuando se separó de su mundano devenir biológico para encaminarse por la senda de la cultura, del raciocinio. La vida en su acepción biológica no es justa ni debe serlo. La evolución, desde que el mundo es mundo,  no discurre por la senda de los justos, sino de los supervivientes y ahí apareció el hombre para enmendar la plana a la naturaleza creando conceptos tan alejados de la evolución natural como la ética, la moral y, sobre todo, la justicia… su justicia. No creo que un mundo creado a base de prueba y error, de la  pervivencia del más apto, acepte a una especie que cambia las reglas del juego en mitad de la partida.

Muy probablemente la naturaleza terminará escupiéndonos como si fuéramos una vulgar egagrópila*.

Luis F. de Castro

*Egagrópila: Dícese de las bolas formadas por restos de alimentos no digeridos que algunas aves carnívoras regurgitan.

martes, 14 de octubre de 2014

La isla mínima "Una silla de tres patas.


Sólida película en cuanto a dirección y con recursos a patadas. Un montaje perfecto con algunas imágenes tan bellas como hipnóticas, es más, diría yo tanto como aquellas tan afamadas de "Gravity"; eso sí, me apuesto una falange a que con menos presupuesto. Los actores están para mojar pan y chuparse los dedos y creo justísimo algún premio concedido ya,  y si no fuera porque el guión es mediocre, hubiera pasado por la derecha a  "Vivir es fácil con los ojos cerrados" en la carrera hacia el "premio gordo"... y diría que el Sr. Rodríguez  se ha lucido si no fuera porque tres "tontás" le han fastidiado el resultado final. ¡Pero es que nadie se ha dado cuenta que el final es confuso! Pero hombre, ¡por Dios!

Luis F. de Castro

miércoles, 8 de octubre de 2014

Un mundo para cada uno... y todos diferentes.

http://www.imagenestotal.com/reflexiones-de-soledad/

Se me hace extraño el mundo en el que vivo.
Día tras día me noto más ausente de él. Es una sensación rara, por momentos desconocida. Mirar a tu alrededor y comprobar que lo que me rodea ni es mío ni está conmigo; es como si estuviera tras un escaparate en el que el cristal se regruesa por momentos haciéndose más opaco y mineral. Aquellos sentimientos colectivos que antaño me embargaban son ahora sensaciones de alienación. Poco de lo que me rodea es de mi agrado, y si lo es, algo en mi interior rebusca motivos para que no lo sea.
Es improbable que el código por el se mueve la humanidad haya cambiado, más me inclino a pensar que ha cambiado el mío y que es tan intensa esa metamorfosis que ser comprensivo, flexible o condescendiente se me hace muy cuesta arriba; y me entristece primero y me indigna, después, pensar que esto no parece tener cura e irá a más.
Alguien dijo una vez que un pesimista es un optimista con experiencia y esa frase podría explicar esta dolencia que me aflige; es como si el cúmulo de experiencias vividas fuera una carga tan pesada que te impidiera levantar la cabeza y proyectarte hacia fuera… ¡una prisión, vamos!
¿Alguien sabría como revertir esta situación?
Ahora comprendo el porqué tantos intentan llevar a cabo los consabidos “empezar de nuevo”, “romper con todo” “mandar todo a la mierda” “rehacer la vida”; es la perentoria necesidad de reiniciar tu sistema operativo reordenando ese disco duro orgánico y doliente que todos llevamos dentro; ese cajón que, de puro lleno, nos impide encontrar nada dentro.
Solo gracias a los asideros que me dio la vida, no me hundo. La familia, los amigos y ese especial mundo interior que me creo todos los días y con el que intento sustituir al desabrido e intratable que se mueve al otro lado del cristal.


Luis F. de Castro

lunes, 6 de octubre de 2014

¡Camaradas!


¡Camaradas! 
     Ante este clamor popular, ante este sentir de los trabajadores, vamos a nombrar una comisión que estudie la línea a seguir para aquellos proyectos que marquen el camino sobre las bases de una sociedad más libre e igualitaria en la que basar las políticas definitorias del ideario colectivo de la sociedad progresista española... ¡Un respiro que sigo...!  por que ya está bien que la recalcitrante derechona cuasi-fascista nos trunque antidemocráticamente tantas de las iniciativas programáticas destinadas a conseguir una deseada efectividad y eficacia para nuestros deseos y decisiones... Por cierto, ¿que hora es?, ¡ya…! ¡Tan tarde!, ¡vamos, vamos, que me voy de puente y pierdo el AVE!

Luis F. de Castro

sábado, 4 de octubre de 2014

Un vaso medio vacio

Dice la canción que "cada quien es cada cual" y yo me permito apostillar que en España más. Leo que muchos de los comentaristas dejan descansar los argumentos en contra de la monarquía sobre la "decorativa" figura de la familia real y sin embargo, no tanto, sobre la organización territorial de nuestro país. Lo cierto es que España es hoy por hoy un estado abocado a su desaparición como tal en tanto nos sigamos centrando en lo accesorio y no en lo fundamental. Diecisiete autonomías con otros tantos reyezuelos y sus correspondientes séquitos cuyo fin último no es el bienestar de sus conciudadanos, sino la perpetuación de sus mandatos, infinidad de parlamentos que para justificar su existencia y sus enormes presupuestos legislan hasta lo absurdo, sumergiendo al pueblo en una normativa tediosa, cuando no hedionda y clasista, miríadas de adláteres y advenedizos especializados en sacar los higadillos a una ciudadanía adormecida, inculta y altamente influenciable... ¡vamos! que la monarquía es un uñero dentro de un cuerpo devorado por el cáncer.
Perdonar mi pesimismo, pero no veo solución.

Somos un pueblo -mal que me pese- condenado a sufrir autodestrucciones periódicas y al que la envidia no deja ver lo que de bueno nos rodea y las posibilidades que como nación, yacen adormecidas en nuestro interior.

Luis F. de Castro

viernes, 3 de octubre de 2014

Gata



La casualidad me hizo llegar una gata negra como la nada, a ratos salvaje y siempre arisca. Vino y se quedó; se quedó como si fuera la tía viuda del pueblo que con la excusa de cuidar a los niños, se convierte en un mueble más de la casa; se quedó en silencio,  merodeando por ahí cual protagonista de una mala película de terror, apareciendo entre las sombras justo antes de desaparecer de nuevo y dejando tras sí una intensa sensación de ser observado siempre; porque sus ojos… esos sempiternos agujeros negros bien pudieran ser los sumideros de un mundo que alguien le encargó fiscalizar.

jueves, 2 de octubre de 2014

Una consideración sobre sindicalismo

     
    En este caso -como en muchos otros- es injusto mezclar churras con merinas. Los sindicatos deberían financiarse con las cuotas de sus afiliados, al igual que  -como entidades de interés público y sin ánimo de lucro- ser beneficiarias de ciertas ventajas fiscales y subvenciones,  pero de ahí a convertirse en sumideros de recursos, va un mundo. La actual falta de control sobre sus cuentas lleva a las irregularidades que todos vemos día a día y ello no hace otra cosa que ahondar la desafección que provocan en una gran parte de la población trabajadora. Pienso que el mundo sindical se ha dejado a su suerte, siendo los principales culpables de ello, sus propios dirigentes. Los sindicatos son imprescindibles, pero su descontrolada deriva y el escaso esfuerzo que hacen por mostrarse como tal, van camino de lograr que muchos trabajadores escojan otros caminos en la defensa de sus derechos. 

Luis F. de Castro

martes, 30 de septiembre de 2014

Carta abierta a José Miguel Monzón… o sea, el Gran Wioming


Leo en una entrevista que ha tenido a bien conceder a cierto diario nacional, la siguiente afirmación: “En la tele nos limitamos a decir la verdad, y eso es raro”. Quiero pensar, señor Monzón que, al tenor de la citada declaración, se ha dejado llevar por la algarabía que provoca su presencia en determinados ambientes o, quizás, por el peso de ese aura de claridad y franqueza con que algunos se autodefinen, porque si no es así, confirmaría cierta suposición mía sobre su trayectoria.
Desde hace tiempo –y no creo equivocarme-, vengo notando en usted un  progresivo abandono de la humildad a la que debería acogerse. Es usted inteligente –como negarlo-, locuaz hasta límites inopinados, perspicaz como pocos y con el punto ocurrente que necesita cualquiera que quiera ser escuchado y, salvo para aquellos que serían capaces de dejarse matar por una bandera, está abandonando la senda que le llevó a donde hoy se encuentra.
            En el caso de esta declaración, me horroriza pensar que dice lo que piensa y estaría más cómodo en la suposición de que no ha pensado suficientemente lo dicho. La verdad; esa verdad a la que alude, es un concepto demasiado gaseoso como para que usted o yo podamos aprehenderlo, demasiado importante para ser revelado a humanos normales como nosotros… porque necesito creer que usted es un humano normal, ¿no?... y si por un momento pasara por su docta cabeza la idea de no serlo, tenga cuidado porque por ahí transitaron temidos y recordados personajes. Nadie posee la verdad y quien no lo crea así, se equivoca y confunde a los pobres de espíritu, entendiendo a estos como aquellos que no saben capitalizar la duda.
            Me parece de miedo que sus ideas fluyan por doquier; que no dé ocasión por perdida a la hora de dejarlas caer, pero que las exponga cuan axiomas irrefutables “se me hace bola”
Aproveche sus numerosas cualidades en algo útil, por favor, que –quiera o no- es usted responsable del caso que le hagan muchos seguidores “incondicionales”; alguno de los cuales, por desgracia, no metabolizan suficientemente sus palabras e ideas y las simplifica hasta límites que le asustarían.
Vivimos en una sociedad en la que los valores son imprescindibles y, entre otros,  la justicia y la libertad son esenciales y desaparecerían si cada uno de nosotros nos consideráramos poseedores de LA VERDAD.

Luis F. de Castro

lunes, 29 de septiembre de 2014

Crea un líder y échate a dormir.

   
 Es encomiable la lucha de muchos pueblos por la ley, la democracia y la libertad; cómo se baten por encumbrar ideas que, visto lo visto, son ya más tópicas que reales; cómo derriban una barrera sólo para comprobar que se ha creado otra nueva ante ellos; es admirable. Y es que, entre esas barreras que se encuentran por el camino, creo que las más importantes son la falta de cultura y la demagogia. ¿Cómo es posible que miles y miles de ciudadanos -la mayoría honrados y laboriosos- se unan a tesis dictatoriales en contra de otros -tan honrados y laborioso como los primeros- enarbolando armas y banderas de manera violenta y radical? ¿Cómo es que la humanidad no aprende de sus errores? Y lo más curioso es que, en la mayoría de los casos, buscan  exactamente mismo.

Luis F. de Castro.

viernes, 26 de septiembre de 2014

En la trasera de mi calle



En la trasera de mi calle, hay otra en la que, desde hacía tiempo, un bazar chino  ponía a disposición del barrio una infinidad de mercaderías. Era un híbrido entre cueva  y centro comercial. De la primera tenía la penumbra, el silencio y el olor a humedad y del segundo la oferta y el servicio, con lo que ninguna objeción se le podía poner a su tranquila existencia. Siempre estaba ahí para lo que fuera menester; una barra de pan a deshora, unas pilas para el consolador, un florero o una libreta; ninguna necesidad salía de allí sin ser convenientemente atendida y así, desapercibido e imprescindible, pasaban los días para el chino del barrio. Pero hete aquí que un día el chino apareció cerrado. Tan silencioso se fue como había llegado y las necesidades extemporáneas de los vecinos se buscaron otro chino un poco más allá.

jueves, 25 de septiembre de 2014

Entre Málaga y Malagón, no hay nada



El armamento químico y bacteriológico no tiene buena prensa. Deja daños feos y poco honorables. Que un afectado por gas sarín muera en dos o tres minutos por falta de aire es indigno, pero que lo haga desangrado por una pierna amputada en cinco, no. Asimismo, eso de dejar este mundo en masa, todos juntos y mediante igual método, ¡jó, que pereza! pero hacerlo diseminaditos por las calles o en pequeños grupos, unos  a cuchillo, otros a golpes, muchos descuartizados por una buena metralla, ¡eso es otra cosa!

lunes, 22 de septiembre de 2014

Ayer, en el médico


Ayer,  200 años y 134 días después de la única guerra que deberíamos haber perdido y motivado por un asunto de pólipos, tuve a bien pasar por la consulta del especialista en digestivo. Llegado al lugar  a la hora indicada, me topé con una ventanilla  que, a la par que cerrada, se encontraba orlada hasta límites insospechados de carteles informativos. Eran dispares en formas, tamaños y colores: unos nuevos y otros ajados, unos escrupulosamente escritos y otros burdamente garabateados, unos  firmados con “gracias” y otros con “la dirección” pero todos, todos, ordenando cosas o imponiendo condiciones para ser atendidos.
Enfrascado en su lectura cual recita salmos del antiguo testamento, no caí en la cuenta del tiempo y mi enano interior y yo nos sumergimos en una disputa justiciera sobre lo soberbio y pedante de sus contenidos: Que si quieres ser atendido, con la tarjeta sanitaria en la boca, que “ojito” con levantar la voz, que si la hora de la cita es de mentirijillas, que si debíamos permanecer sentados, que si los móviles apagados… y un sinfín de memeces más a cual más imperiosa y restrictiva. En esto que me vi levantándome con ímpetu justiciero y –digno y orgulloso- arrancar uno tras otros todos los “papelajos”, me vi increpando al personal sobre su descarada falta de eficiencia, me contemple dándoles lecciones sobre la adecuada atención al público, me sentí querido por los sufridos administrados y aplaudido por ellos, me vi… ¡hay como me vi!

-         Señor, que no tengo todo el día, me da sus papeles o prefiere seguir rezando…
-         ¡Oh! Si, si, perdone; es que me distraje con estas amables indicaciones. Tenga, tenga.



Luis F. de Castro.

Tonto el último

     
     España -por gracia o desgracia; mi país- es tierra de perdedores. Recuerdo un artículo de Sostres; de esos que levantan polvaredas, en el que se refería a la tristeza de ser español... y es que, visto lo visto, no queda otra que darle un punto de razón. Somos -incluidos los catalanes, quieran o no- el pueblo del vaso medio vacío y para mi que el sentimiento secesionista de  algunos, se relaciona más con el de las ratas que abandonan el barco o el del niño que se avergüenza de su madre que el de creerse diferentes.
     Algunas veces pienso porqué -catalanes también- ganamos la única guerra que deberíamos haber perdido: la de la independencia ante Francia; ¿qué sería de nosotros ahora?

     Lo cierto es que somos poco leídos y por ende, pasto de vocingleros, charlatanes y embaucadores; ¡qué le vamos a hacer!

Luis F. de Castro

martes, 16 de septiembre de 2014

Puedo, luego existo.


    http://blog.cristianismeijusticia.net/wp-content/uploads//poder3.jpg

    Según algunos, la política es una rama de la moral destinada a gestionar la convivencia, pero el valor de esa definición fluctúa con los mercados. Hoy por hoy es tal el exceso de oferta que con un minuto de visibilidad compras la mitad de cualquier Parlamento. La política ha llenado cada uno de los intersticios de la sociedad y con el paso del tiempo, ha complicado tanto la vida del ciudadano que consiguió dar el salto cualitativo final: se ha convertido en libro de ruta de la evolución humana.  En cierta forma, es lógico. La racionalidad que nos caracteriza en el mundo animal, se alimenta de poder y es este el que condiciona los avances del conocimiento: Poder sobre las bestias, sobre la naturaleza, sobre nuestros semejantes, poder al fin.
     Lo que mantiene unida a la sociedad contemporánea no es otra cosa que eso: poder.

     La importancia del hecho de que cada político vele por los intereses de su ideología -que no de sus  conciudadanos- se ha visto superada por la necesidad de dejarse ver por ellos como lideres laboriosos y capaces. A mi modo de ver, la  presentación de su cometido como si fueran ímprobas empresas, no es más que una función teatral encaminada a que cualquier resultado -por desastroso que sea- pueda mostrarse como un triunfo clamoroso.

jueves, 11 de septiembre de 2014

Sobre nuestra manera de gestionar la catástrofe



En su perenne y estúpido egoísmo, en su mezquina prepotencia, se arroga el ser humano ser el creador de la estética y el garante del orden; son estas algunas de las ideas que avocan este minúsculo planeta al caos y la degradación. Nuestra soberbia nos lleva a pensar que todo lo que nos rodea está para servirnos y que –llegado el caso- si no nos sirve bien, “Dios proveerá”, porque hasta en esa torticera pretensión descargamos nuestra responsabilidad en “otro”. Avanzamos descoordinados, a empellones, desarrollando la copa sin preocuparnos de la raíz de este árbol que nos sostiene obviando todos los avisos de descuaje que se nos presentan. Descorazona pensar que la inmensa mayor parte de nosotros navegamos en esa dirección y que la creencia en estos paradigmas, solo hace que colaborar en el derrumbe de nuestra insostenible civilización.

lunes, 1 de septiembre de 2014

Once años

http://desdelfondodelalma.blogspot.com.es/2013/02/traigo-un-brote-de-esperanza.html


Son aire puro tus lágrimas.
Esencia,
fragancia de sentimiento
las que corren, prestas.
Paciencia.
Regando, mejilla abajo
el frondoso huerto de tus pocos años.

Quiere el viento en poco secar
lo que diluvio había sido.
Llanto del cielo caído
aflorando sonrisas de par en par.

Siento entre pecho y espalda tu alegría.
Tus saltos.
Tus gozos.
Tus correrías.
Ese mechón de pelo que suelto ondea.
Esa mirada resuelta de impetuoso brío.
Todo al bies de lo helado y frío.
La palidez que orgullosa enseñoreas.

Tus miedos; tierra mía.
Tus risas; mi credo
¿Qué más quieres? Mi cielo.
¿Mi vida…?
Esa es tuya. 

                                   Luis de Castro

martes, 26 de agosto de 2014

Sobre como usar la influencia para aprovecharse del débil.

http://www.cinemanet.info/2008/11/la-influencia-del-cine-en-jovenes-y-adolescentes-completo/

Casi todos sabemos que la claridad y la persistencia de un mensaje suelen ser condiciones necesarias para que este cale, para que su efecto sea el buscado; que el mensaje sea veraz y ajustado, es lo de menos. No se necesita más que una razonable base lógica para que mentes influenciables lo acepten como verdadero. Para darnos cuenta de ello, solo debemos dar un repaso a los titulares de cualquier periódico o a los sumarios de noticieros televisivos.

sábado, 23 de agosto de 2014

Carta con poco -o ningún- interés II (Mi hermana)

            
http://www.risasinmas.com/posiblemente-el-cenicero-de-coche-mas-sucio-del-mundo/


     El mundo es cruel y amable al mismo tiempo, querido amigo; está lleno de contradicciones e incongruencias; y si no, explícame porqué nada es igual para nadie, los puntos de vista dispares no rodean y sin embargo, por mucho que creamos tener una idea original, nos equivocamos; esa idea ya la tuvieron muchos antes que tú, o lo que es lo mismo, no eres nada del otro mundo. Triste ¿no?
            Después de dejar a mi gata mascullando métodos y estrategias para asesinarme y a la vecina maldiciendo la hora en que salió a regar las macetas, salí a la calle con la intención de ir al trabajo para producir y pagar pensiones, corruptelas y pitanzas. En ella me espera el Reanult Clio de mi hermana. La muy bruja me lo ha cambiado por el mío con la peregrina excusa de que “¿Cómo quieres que vaya de boda con esta mierda? Andaaa… préstame el tuyo; prometo echarle gasolina y no arañarlo…” Tiene unos doscientos años de antigüedad –el Clío, no mi hermana- ; tanto es así que me asalta la sospecha de que en su capó no son caballos los que tiran, sino bueyes, y si tenemos en cuenta el olor, no creo equivocarme.

viernes, 22 de agosto de 2014

Juanón y las setas (continuación 4)

http://www.recetasdecocinadesergio.com/category/recetas-de-la-huerta/recetas-de-setas-boletus-niscalos/page/2

Gustaba Juanón de recoger setas. Para su insigne humanidad era como abstraerse de este cochino mundo, como escaparse hacia las alturas sin perder de vista el suelo, abominar de interferencias. Solía salir sin premeditación. Se le ocurría y ya está. De buena mañana, sin aviso ni proclama, se ponía los calcetines gordos y al campo. Finales de noviembre es buena época. Todo húmedo, madera muerta, todo al fresco... Lo justo. A estas alturas, las setas están en plena reyerta creativa. A Juanón, esto de escudriñar el suelo buscándolas era como mordisquear un pan de piñones. Encontrar una grande, oronda, con el sombrerete entero y protector le proporcionaba la misma sensación que tropezarse con un piñón dulce y agradable dentro del bollo. Ya reconocía alguna; aunque nunca con la suficiente seguridad como para comérsela sin más. Tenía un conocido, que no amigo, el Pacorro, que se las sabía de carrerilla y de un vistazo -A lo sumo un breve olisqueo- las catalogaba rápido. La verdad es que Juanón se maravillaba: Nunca le había visto salir a por ellas. -¿Como coño sabría tanto?- pensaba. Algunas veces, cuando el Pacorro no estaba en el bar o no podía someterlas a su “visto bueno”, se armaba de valor y se las comía; no sin antes encomendarse al demonio y con cierto hormigueo en la boca del estómago. Era de suponer que su ojo clínico no debía de ser del todo malo, ya que, a pesar de algún grano intempestivo, continuaba vivito y coleando.

jueves, 21 de agosto de 2014

Don Hemingwey (A golpe de golpes)



     La historia de este delincuente egocéntrico, pedante, violento, drogadicto y medio loco en un mundo hecho a su medida, no pasa ante tus narices sin pena ni gloria. A unos les gustará, a otros no, pero no pasará inadvertida. Es excesiva, pero menos que otras, con una trama básicamente sencilla pero impredecible y con ligeros aromas a Sin City, La naranja mecánica y Pulp Fiction.
     Jude Law lo hace de vicio en un papel en el que sobreactuar sería lo menos a extrañar, y salvo el tipo que hace de ruso y la puta mística, todos están a su altura.
     Un "pero" notable se puede poner: Muchas de los costurones de la historia quedan sin cerrar y ante ello solo queda pensar en que tuvieron prisa en acabarla o que -cosa poco probable- intentan hacer una segunda parte.
     Es una película que hay que ver y si no te gusta, la olvidas y ya está -si puedes-

martes, 19 de agosto de 2014

Belle (Vale, si tú lo dices)



Mira que me da que esta película es más de ciencias que de letras.
No me dice nada más de lo que diría un publi-reportaje sobre la bondad de los productos lácteos.
Buenos actores de la más pura escuela inglesa para dramatizar una de esas noticia en la que no hay malos, sino equivocados.
Previsible hasta para los que no conocen nada de la historia y ñoña, muy ñoña.
Donde estarán los tiempos de Yo, Claudio, donde.
Por cierto, una manera de ver la historia muy a lo "británico" en la que se aparece como justo robar esclavos a un barco español para quedarse el negocio y como este -el negocio- peligra, ahogarlos para cobrar el seguro... Ole, ole y ole.
Viva la leyenda negra de la España colonial.
Que conste que no diría nada de esto en la crítica si no adelantaran que la historia está basada en hechos reales.

Luis de Castro.

Carta con poco (o ningún) interés


http://nomegustamessi.blogspot.com.es/2011/05/gato-de-caza.html

Hoy, querido amigo, he dormido fatal. Las tres cervezas de ayer noche me sentaron como si me hubiera bebido un bote de don Limpio y a eso de las cuatro estaba recorriendo el pasillo de casa arriba y abajo intentando digerir el chute de ibuprofeno que me metí “palosadentros” Lo cierto es que a tenor de la reacción de la gata, debía tener un aspecto deplorable: En calzoncillos, arrastrando los pies y con cara de cadáver, al darnos de bruces, se arqueó cual  bóveda mozárabe y el rabo se le puso como el cepillo del limpiar el polvo. En ese momento se cruzaron por mi cabeza ideas contrapuestas: ¿moriría intoxicado por la droga o desangrado a cuenta de un zarpazo en la yugular…?  Lo cierto es que ambos optamos por la retirada; ella hacia sus cuarteles de invierno –versus edredón del tálamo conyugal- y yo hacia el retrete buscando un cónclave entronado.

jueves, 14 de agosto de 2014

Guardianes de la galaxia (Al caos por el camino del arabesco)



Sentado frente a una pantalla tan grande ya te sientes "poca cosa" pero a medida que la película avanza te vas sintiendo menos y menos hasta casi desaparecer. Una trama pelín complicadilla para ser seguida por todos lo públicos, pero aderezada con salpicaduras graciosas ora aquí, ora allá que la hacen ágil y amena. Unos personajes bien definidos y fácilmente memorizables que se escapan del tópico superhéroe y ayudan al divertimento, pero que no consiguen hacernos más digerible unas batallas demasiado barrocas y psicodélicas para se apreciadas en todo su tecnológico esplendor. Ahora bien; en ningún caso este problemilla consigue empañar un buen espectáculo de la más clásica fantasía Marvel. A todo esto sumamos una mezcla de músicas verdaderamente bien conseguida... es más; en algunas ocasiones te hace revolverte en el asiento.

El gentío

http://www.3viajes.com/fotos-de-san-fermin-2009/san_fermin2009_2/



Ingrávidas líneas que se cruzan.
Sones inconexos en el aire.
Tonos de infausta melodía.
Gritos y siseos.
Rabiosa canción asfixiada
sobre la caliente partitura de asfalto.

Es la mueca la que manda.
Es el gruñido que comunica
que no eres más que un grumo en el torrente.

Ciega la inmisericorde luz del mundo
que no hace más que ocultar el gris.
Gris pasado, presente y porvenir.
Monótono batiburrillo de individuos
en el que sólo el silencio tiene significado.

Es cierto que todos somos mundos en el caos.
Que todos los mundos son uno
y ese mundo está completamente vacío.
Solo.
Ausente.
Triste y lastimoso enjambre de infelices,
entre los cuales, tanto el calor como el color,
murieron con la inocencia de Lucifer.

Trabajamos,
escupimos,
amamos y morimos...
Todo sin saber, realmente, porqué.
¿Es la muerte el motivo de la vida?
¿Es la vida la razón de la muerte?
¿Somos mínimos efectos de causas imponentes?
 ¿Somos?



 Luis F. de Castro

martes, 12 de agosto de 2014

Begin Again (Muuuu bonita, pero bueno)

     

     Mira tú que no está mal la cosa. Desde un comienzo agradable al oído y placentero a la vista, pasamos a un nudo y desenlace lleno de esas sensaciones que hacen "tilín". No hablamos de una obra maestra, pero si tenemos en cuenta que uno va al cine a pasar el rato, lo pasas y bastante bien, por cierto. La chica "prota" como que se queda un poquito corta y el cantante tira a lerdo/feo, pero las canciones están bien y -una de esas cosas que se echa de menos en los musicales de hoy en día- traídas a cuento. 
    Como decía, la chica no "llena" la pantalla y no lo digo por lo delgada, que lo es un rato, sino por ese alma que ponen algunas fieras del escenario y que hace que con su sola presencia baste. 
    ...Y el otro "pero" es el actor que hace de cantante o el cantante que hace de actor, que para el caso, lo mismo me da... Es malo, muy malo; ¡vamos! que le falta un hervor. Dice mi amigo Antonio que según alguna encuesta realizada entre mujeres, resulta ser el hombre más sexy del mundo... y yo digo: "Bonitas mías, que Dios os guarde el oído, porque la vista la habéis perdido definitivamente" 
    Por lo demás; hay que verla.

Luis de Castro

sábado, 9 de agosto de 2014

Sobre la medida de las cosas



Seguramente habréis oído aquello de  “… y qué es eso comparado con el cariño de una madre” Suele ser una de esas aseveraciones que se hacen para menospreciar -de alguna forma-, frases relativas a  cosas cuya cantidad es notable; y ahora, yo me pregunto: ¿tenemos realmente conciencia de la proporción de las cosas?  Porque el tamaño de lo que nos rodea es un concepto tan abstracto como “la fe” sino es comparado con algo; solo en ese momento consigue nuestra mente darle un valor “razonable”.
Me viene a la cabeza aquella situación por la que una persona –muy enfadada ella- calificaba de irracional, inadmisible y demencial que otra votara a determinado partido político –legal, por demás señas- para, acto seguido, usar exactamente los mismos calificativos para definir al asesino de una niña…  O cuando escuchas a los espectadores de un partido de futbol  dirigirse al árbitro en términos que no usaríamos para James Manson o Adolf Hitler.
Si usáramos el raciocinio para mesurar esos –llamémosles- desfases, nos daríamos cuenta que hay que bajar el listón; hay que reducir el nivel para dejar espacio para que podamos digerir la verdadera medida de las cosas.
La mente humana es la hostia; compleja como pocas cosas en la naturaleza; comprenderla es –en muchos casos- misión imposible y sólo desde esta óptica podremos convivir con nuestros vecinos. Intentar buscar el motivo a cada una de nuestras acciones,  pretender justificar todos nuestros actos es –cuando menos- un derroche de recursos y no se me va de la cabeza la idea de que mejor nos iría si esos recursos los dedicáramos a otras cosas.

Luis F. de Castro

miércoles, 6 de agosto de 2014

Juanón y las setas (Continuación 3)



     Nadie podría adivinar si fue la incomodidad de soportar su peso, el cansancio vencido o el “sentirse mojado” lo que hizo que Juanón dejara entrar luz a sus miopes ojillos. Alargando la mano sobre la mesilla, intentó hacerse con las gafas que descansaban en ella... y lo consiguió, no sin antes pasar su rechoncha mano por la grasa que quedaba en el plato de la cena, plato que antes contuvo el filete empanado que ahora Pollo degustaba bajo el somier. Ya incorporado sobre la cama y con los pies en el suelo, intentó recuperar la consciencia meditando sobre la nada. Su mente intentaba encontrar donde sujetarse en el mundo que sucede al sueño y al fin pudo lograrlo cuando comprobó como Pollo lamía su mano pringada intentado extraer la sustancia que el filete no había podido darle. Como el que no tiene prisa, apartó la mano de la boca del perro y oliéndosela continuó lamiendo él los restos de grasa que hacían brillar su dedos.
       -¡Pollo, cabrón! Como siempre, todo para ti. ¿No?
A medida que su cuerpo reaccionaba al nuevo día, recaló en la húmeda mancha que adornaba su pijama hacia la entrepierna.

lunes, 4 de agosto de 2014

Vete haciendo a la idea

     Dice un refrán “De los cuarenta para arriba,  no te mojes la barriga” y no es que tenga razón -que no la tiene-, pero avisa que algo está cambiando y  que llegando  determinada edad, esa en la que visitar hospitales y cementerios se convierte en cosa cotidiana, empieza a darnos en la nariz que “lo nuestro” no tiene marcha atrás, que no somos diferentes a los demás y el que seas tú el visitado es una sencilla cuestión de tiempo.  Llegas, al fin, a caer en la cuenta  que eres tan viejo como te ven los demás, y no tan joven como tú crees ser  y, o te resignas a ello o terminas  intentando recuperar la juventud perdida vía payasada. 

Luis F. de Castro

viernes, 1 de agosto de 2014

"Juanón y las setas" Continuación 2

    

http://www.taringa.net/posts/imagenes/6893644/Los-10-perros-mas-feos-del-mundo.html

(continuación)
    Era Pollo, el perro de Juanón. Al menos con uno de sus ojos miraba a su dormido dueño con fijeza y no hubiera sido necesario ser un entendido en psicología perruna para saber que en algún recóndito lugar de su cerebro, tramaba venganza. Con una mezcla de decisión e indiferencia se giró, levantó una de sus patitas traseras y vació su cargada vejiga sobre su humano compañero. Cuando hubo terminado y con la misma tranquilidad que meara, se subió a la mesilla, hízose con los restos del filete y con una agilidad impropia de semejante animal, saltó al suelo desapareciendo bajo la cama; todo ello mientras el orín resultante del desahogo, humeaba ostensiblemente desde la manta.

martes, 29 de julio de 2014

"Corazón de León" o el renglón torcido.

   

     Sobre la base de una historia llamativa, flotan unos buenos actores; lo hacen con solvencia de la mano de una dirección casi impecable. No era necesario poner más carne en la parrilla para dejar una impronta amable en el espectador. Dicen que un buen árbitro es aquel que pasa desapercibido en el terreno de juego; pues bien, lo mismo pasa con un buen director. Sin estridencias, sin florituras se pueden hacer buenas películas y esta lo es, pero echo de menos ese punto de más, ese movimiento de riesgo que nos la haga recordar durante más tiempo que otras muchas.
     Se necesita algún renglón torcido para enderezar la historia.

Luis F. de Castro

lunes, 28 de julio de 2014

Sobre como llevar a cabo nuestras decisiones


http://akifrases.com/frase/115674

¿Donde está la teoría y -en consecuencia-, donde buscar para ponerla en práctica?
¿Por qué es tan difícil hacer lo que se quiere?
Desde niño –si alguna vez lo fui- me pregunto como llevar a buen fin aquello que decido, como realizar lo que analizado y concluido, tomamos por necesario. La pregunta puede parecer estúpida  y quizás lo sea, pero en mis adentros se baten en duelo contradicciones e inconvenientes que llevan tan liviana cuestión a los altares de la filosofía.
No me refiero a los avatares del destino, no a aquellas circunstancias externas que obstaculizan tu voluntad, sino a los estorbos y trabas que pone esa parte de ti mismo, -por demás rebelde y maleducada-  que te impide llevar a cabo tus propias decisiones.
En cierta forma deberíamos agradecer su existencia, ya que, si no fuera por ella, nuestro discurrir por este mundo no diferiría en mucho de la de un procesador de datos y se perdería la chispa que provoca en nuestras vidas la incertidumbre que produce el incontrolable actuar humano.


Luis F. de Castro.

domingo, 27 de julio de 2014

Corta reflexión sobre nuestra naturaleza.


http://quenotelacuenten.verboencarnado.net/wp-content/uploads/2014/01/creacionismo-evolucionismo5.jpg


Es de una soberbia imperdonable concluir que somos el más importante y perfecto resultado de la evolución natural de las especies. De hecho, estoy convencido que somos una falla en ella. Muchas especies en su devenir, son capaces de provocar puntos de inflexión en los que resultan perjudicadas, incluso pueden inducir su propia extinción o la de otras especies; pero el hombre ha introducido una mota en el ojo de la historia natural: el raciocinio y como ser consciente de sí, una maldad preconcebida que unida a su secular simpleza de miras –dicho esto en su acepción más peyorativa- nos llevará al caos. Es difícil por improbable, que consigamos revertir la situación en que nuestra artificiosa estupidez  no nos introduzca a los pocos supervivientes otra vez en las cavernas… y esto dentro de una visión, a todas luces, optimista.


Luis F. de Castro.

miércoles, 23 de julio de 2014

Juanón y las setas (fragmentillo)

     
http://www.dormirbien.info/destacadas/duermes-bien-descubre-si-tus-habitos-de-sueno-son-saludables/


     A veces, la soberbia disloca nuestra percepción de las cosas, la trastoca dándonos a entender que vemos lo que no vemos y oímos lo que nunca se dijo; hace que denigremos sin razón y vilipendiemos al honorable. Ese, seguramente, podría ser el caso que se diera si, al entrar en esa casa -la del portón-, opináramos directamente sobre su habitante o poseedor. Pues se equivocan: darían plenamente en el clavo. Al primer paso encontrarían una estancia grande, con paredes pintadas de algún color indefinido y llena por doquier de desconches y piteras. Una chimenea con el hogar negro de humo y frío de desuso. Pocos muebles; viejos y desvencijados; cuatro enseres mal contados y distribuidos al azar. Restos de comida en una mesa que, en su día, debió ser de madera, y hoy... quien sabe. Una penumbra vieja, como de cueva, penumbra que, sospecho, no desaparecería tras conectar la mugrienta bombilla que pendía del techo de agrietada escayola. Un aroma a humedad rancia atacaba nuestro olfato que, sin posibilidad de defensa, se rendía a la fatal evidencia con prontitud. Al fondo, una puerta de esa madera que -por hueca y barata- no pesa, daba paso a algo que debía servir de dormitorio; grande también, podríamos decir que muy grande si tenemos en cuenta que se encontraba exclusivamente amueblado con una enorme y antigua cama de alto cabecero latonado, una mesilla, un armario ropero al que habían abandonado las puertas y un palanganero con espejo.

martes, 22 de julio de 2014

"Perdona si te llamo amor" Intrascendente como la vida misma

       


     He pensado durante unos segundo si esta película me hubiera gustado de haberla visto hace años; con dieciocho añitos -por ejemplo-, y mira tú que tampoco. Melindrosa hasta límites absurdos, irreal y artificiosa... El director ha obrado el milagro: una película llena de adolescentes y no aparece ni un solo grano... ¡Magnífico!. En ciertos aspectos es una película de culto, que no de cultura, si bien, a su vez, tiene algo de elitista y sofisticada: Hay que tener "algo especial" para tragársela sin mirar el reloj o estremecerse ante tanto merengue caducado.

Luis de Castro.

domingo, 20 de julio de 2014

Bicho malo nunca muere

¿Quieres saber cuantos años darás la coña en este mundo? Pues haz este test. Lo he transcrito de uno de los blogs que sigo y tiene visos de no ser uno de esos de revista dominical. 

Ya me contaréis.


El Test

Empieza con la cifra 76 años.
  1. -Si tu edad actual está entre 30 y 50 años, suma 2. Si está entre 50 y 70, suma 4.
  2. -Si eres mujer, suma 4.
  3. -Si eres hombre, resta 3.
  4. -Si vives en una ciudad de más de 2 millones de habitantes, resta 2. Si vives en una población de menos de 10.000 habitantes, suma 2.
  5. -Si alguno de tus hermanos padeció diabetes en la infancia o antes de los 50 años, cáncer o enfermedad cardiaca, resta 3.
  6. -Si tu padre o madre fallecieron antes de los 50 años por enfermedad cardiaca o derrame cerebral, resta 4.
  7. -Si uno de tus abuelos vivió hasta los 85 años, suma 2. O si tus cuatro abuelos llegaron hasta los 80 años, suma 6.
  8. -Si tus ingresos anuales son iguales o superiores a 50.000 euros, resta 2.
  9. -Si eres graduado escolar, suma 1.
  10. -Si tienes estudios superiores, suma 2.
  11. -Si vives en pareja, suma 5. Si vives solo, resta 3.
  12. -Por cada 10 años que hayas vivido solo después de los 25 años, resta 3.
  13. -Si tu trabajo es sedentario, resta 3. Si requiere esfuerzo físico, suma 3.
  14. -Si has cumplido 65 años y no te has jubilado, suma 3.
  15. -Si haces ejercicio intenso 30 minutos, 5 veces a la semana, suma 4. Si lo haces 2 o tres veces a la semana, suma 2.
  16. -Si duermes 10 o más horas diarias, resta 4.
  17. -Si tu personalidad es tranquila y sosegada, suma 3. Si es tensa y nerviosa, resta 3.
  18. -Si te consideras feliz, suma 1. Si te considera desgraciado, resta 2.
  19. -Si durante el último año te han puesto una multa de tráfico por exceso de velocidad, resta 1.
  20. -Si bebes más de dos copas de licor al día, resta 1.
  21. -Si fumas más de 40 cigarrillos al día, resta 8. Entre 20 y 40, resta 6. Entre 10 y 20, resta 3.
  22. -Si tienes sobrepeso de más de 22 kg sobre tu peso ideal, resta 8. Si tu sobrepeso está entre 13 y 22 kg, resta 4. Entre 5 y 13, resta 2.
  23. -Si tienes más de 40 años y anualmente te haces una revisión médica (ginecológica si eres mujer), suma 2.
El cálculo total son los años que vivirás (si falla, no hay libro de reclamaciones).