No somos casi nada.
Algunos –incautos e inocentes ellos- piensan que son autores
de sus vidas… ¡Ja! –les digo- Eso será con el permiso del azar, la suerte o el
médico de cabecera. Cierto es que si te comportas como un patán, terminas como
un patán, pero también lo es que si lo haces como un señor/a, existen seria
posibilidades de terminar como otro patán. La más ligera brizna de viento puede
cambiar el devenir de cualquiera de nosotros sin que nuestra actitud tenga
mucho qué decir.
Así es que pensemos en el futuro lo justo; ni más ni menos
que lo justo, que llega pronto, nos pilla desprevenidos y hace de nosotros lo
que le viene en gana.
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