Es humana condición dar por cierto lo que nos gustaría que
lo fuera; tan es así, que nublando nuestro entendimiento y excusando
inconscientemente la falta de rigor, dan pábulo a mentiras, imprecisiones y
tendenciosidades.
Porqué, me pregunto.
En cierta forma y en parte, se podría decir que por
vagancia: “Si me satisface ¿para que voy a cerciorarme si puede que la verdad
no me guste?” Es como si racionáramos la ética preservándola para tiempos mejores.
Otra hipótesis sugeriría que nuestros principios se moldearan acorde nuestras
necesidades y una suerte de evolución consiguiera acomodar nuestro raciocinio a
la supervivencia; circunstancia esta última que sería razonable si no fuera
porque somos –en teoría- seres racionales y no nobles bestias del campo.
De cualquier manera, considero que esta falla en nuestro
humano devenir está íntimamente relacionada con la educación, que nuestro
espíritu crítico aumenta con ella a pesar de que en algunos individuos –por más
leídos que se consideren- es una entelequia
Luis de Castro.
Jo! Luis que profundo, desde la crítica al bodrio de película "HER" es lo mejor que has publicado.
ResponderEliminarUn saludo.
Muy perspicaz lo tuyo.
ResponderEliminarLa verdad en que últimamente no estoy sobrado; ni de tiempo, ni de imaginación. Abarcar mucho es lo que tiene.