domingo, 22 de junio de 2014

Sobre el cristal que nos ponemos delante para ver las cosas

     

     Es humana condición dar por cierto lo que nos gustaría que lo fuera; tan es así, que nublando nuestro entendimiento y excusando inconscientemente la falta de rigor, dan pábulo a mentiras, imprecisiones y tendenciosidades.
     Porqué, me pregunto.
     En cierta forma y en parte, se podría decir que por vagancia: “Si me satisface ¿para que voy a cerciorarme si puede que la verdad no me guste?” Es como si racionáramos la ética preservándola para tiempos mejores. Otra hipótesis sugeriría que nuestros principios se moldearan acorde nuestras necesidades y una suerte de evolución consiguiera acomodar nuestro raciocinio a la supervivencia; circunstancia esta última que sería razonable si no fuera porque somos –en teoría- seres racionales y no nobles bestias del campo.

     De cualquier manera, considero que esta falla en nuestro humano devenir está íntimamente relacionada con la educación, que nuestro espíritu crítico aumenta con ella a pesar de que en algunos individuos –por más leídos que se consideren- es una entelequia


Luis de Castro.

2 comentarios:

  1. Jo! Luis que profundo, desde la crítica al bodrio de película "HER" es lo mejor que has publicado.
    Un saludo.

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  2. Muy perspicaz lo tuyo.
    La verdad en que últimamente no estoy sobrado; ni de tiempo, ni de imaginación. Abarcar mucho es lo que tiene.

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