Pero si rechazáramos la
palabra "feminismo" también estaríamos rechazando la larga lista de
victorias que las feministas han ido cosechando a lo largo de más de un siglo
en defensa de los derechos de la mujer. El derecho al voto de la mujer
conseguido por las feministas "sufragettes".
La incorporación de la
mujer al mundo laboral. El acceso de la mujer a la educación, culminando con el
enorme porcentaje de mujeres que cursan carreras universitarias hoy en día. El
éxito de científicas, mujeres de empresa, jefas de estado. El acceso a métodos
anticonceptivos para que la mujer pueda elegir su vida familiar en lugar de ser
esclava de ella.
La liberación sexual de
la mujer, su derecho al placer. Los avances conseguidos para detener la
violación, el abuso sexual y la violencia de género (aunque son problemas que
aún perduran, por desgracia). Todo eso costó mucho trabajo y muchos sacrificios
de mujeres (y hombres) feministas. Al lado de esos logros, lo que puedan decir
algunas extremistas y fanáticas que se atreven a hablar en nombre de la mayoría
de las mujeres no tiene ninguna importancia.
Seguramente estéis en lo
cierto, pero mi opinión sobre el vocablo está formada. En lo demás coincidimos
plenamente.
Saludos.
Saludos.