domingo, 7 de junio de 2015

Qué pasaría si...


https://sinalefa2.wordpress.com/2012/07/21/educar-en-valores-la-sinceridad/sinceridad-2/



 Cae en mis manos un libro del 78 de un tal Maya Pines, titulado algo así como “Los manipuladores del cerebro” en el que se relata en uno de sus capítulos la herramienta utilizada por unos suecos por la que, mediante la introducción de ciertos tintes fluorescentes en las sustancias neurotransmisoras, estas se hacen visibles en determinados momentos.

Al hilo de lo de antes; imaginaros que introducimos un tinte diferente para cada uno de los que regulan o trasmiten determinados sentimientos o sensaciones como el miedo, la ira, el amor, etcétera, y que la visibilidad de la que habla, se hiciera efectiva desde el exterior, digamos por ejemplo, en el iris de los ojos. ¡Menudo puntazo! Que tienes una entrevista de trabajo, te sientas ante el entrevistador y este te indica que te quites las gafas de sol… y el luces un bermellón de los de estar “cagaito perdio”, o a esa muchacha a la que el novio pregunta si le sigue queriendo y sus ojos indican un “¡Vete a tomar por culo, pesao! Adiós a la hipocresía, a la mentira o a la diplomacia; adiós a las mentiras piadosas y a las frases de compromiso, adiós a ser humanos.
Deja, deja.

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