¡Sí
señor! Por extraño que parezca, el tema es lo de menos; porque si
de cine se trata, esta película es muy, pero que muy buena.
Recuerdo
la impresión que me produjo "Maradentro" de Amenábar.
Pensaba yo en mi inconmensurable ignorancia que "qué chicha se
podía sacar de un tema como ese"; un señor obligado a una
sempiterna camastronía no podía dar juego, ¿no? y... ¡Cuán
equivocado estaba! Pues con "Sufragistas", igual. Esperaba
una proclama, un pasquín cinematográfico, cualquier cosa menos una
historia donde lo de "basada en hechos reales" no supusiera
una excusa para hacer un bodrio de los de siempre. Tiene ritmo, tiene
intensidad, tiene tanto interés como si no te supieras el final... y
eso tiene mucho mérito, mérito de Sarah Gavron. Carey Mulligan hace
un trabajo excepcional, todo ello sin dejar atrás al resto del
elenco. La ambientación está muy conseguida, el vestuario, la
fotografía y hasta la música van acorde con ella.
Sólo
dos peros: Uno; a qué viene gastarse "la pasta" en
contratar a Meryl Streep si no es para sacarle partido.
Evidentemente, nadie puede objetar la capacidad de esta inmensa
actriz, pero utilizarla de decorado... como que no cuadra. Ni está
bien, ni ella debe consentirlo... y dos; la próxima vez deberían
contratar un cámara con menos "tembleque", que algunas
veces se marea uno. Por lo demás, ninguna objeción, sino todo lo
contrario.
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