¡Pues anda que no se le nota! A mister Zemeckis le importa un bledo
el equilibrista y lo ha utilizado como escusa para soltar un mensaje
de moralina recordatoria sobre el 11-S. Independientemente de ello,
no esta mal. Todos sabemos lo bien que narra este hombre -para
muestra tiene un montón de botones-, y en "The Walk"
vuelve a mostrárnoslo con una historia contada en forma ágil, amena
y con ritmo, sin lugar al aburrimiento; montada a lomos de unos
personajes de una inocencia impostada; personajes que si no
supiéramos lo que sabemos, parecerían sacados de un cómic. Mención
merecen algunas imágenes de una originalidad y belleza notables
que, junto a la música de Alan Silvestri, ayudan a formar un todo
equilibrado y efectivo. Concretando; nada de obra maestra, siquiera
la situaría un escalón más abajo, pero que -en mi opinión-
presenta una factura cómodamente intachable.
Luis F. de Castro
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