https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/3/39/Leopold_ii_garter_knight.jpg
¡Quien
lo iba a pensar…! Quien hubiera dicho que Bélgica, ese discreto
país, rodeado de poderosas naciones por doquier, ese país tan
pacífico y tranquilo, fuera el lujoso hogar de uno de los magnicidas
más efectivos de la humanidad.
El
Tal Leopoldo, en razón a su personal propiedad y la no vinculación
de su posesión al Estado belga y con el descaro del que no tiene que
dar cuentas a nadie, se puso manos a la obra. Primero solicitando
créditos a su propio reino para construir la infraestructura
necesaria en su “finca” como para poder explotarla; segundo,
crear un muro de silencio para que lo que pasara allí, se quedara
allí; y tercero, llenarse la “buchaca” hasta decir basta.
La
cuestión era sencilla. En esos tiempos la demanda de caucho era
intensa y existía una carrera entre las potencias coloniales -ahí
España no se comía un colín, como en otras muchas cosas- por
hacerse con un mercado altamente lucrativo; ¡pues bien! Nuestro
ínclito Leopoldo impuso unas cuotas de producción tan altas que
sólo podían conseguirse obligando la población indígena en pleno
a trabajar para él. Claro, como trabajar sin descanso, sin comida ni
bebida y, sobre todo, gratis, no le gusta a nadie, los desgraciados
se resistían y al mozo, desde su cómodo y alejado trono, no se le
ocurrió otra cosa imponer regímenes disciplinarios típicos de
genocidas, donde por poner mala cara te cortaban una mano, y de ahí,
para arriba. Conclusión: La población del Congo desde que lo cogió
el malandrín hasta que lo soltó, disminuyó en una cantidad que
según autores, varía entre diez y quince millones de personas. Las
cifras bailan en función a que era una población muy diseminada y
no existían censos fiables, pero, lógicamente, si ubieran existido,
solo habría sido para aumentar la magnitud del desaguisado.
https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/5/52/MutilatedChildrenFromCongo.jpg
A
tal punto llegó la cosa que no pudo ocultarse y hasta la “Pérfida
Albión”, Inglaterra para los menos redichos, puso el grito en el
cielo y convocó a los integrantes de la Conferencia de Berlín para
chivarse. El caso es que su majestad genocida tubo que ceder a las
presiones y magnánimamente donó el Estado Libre del Congo -Tiene
mandanga el nombrecito- al parlamento belga, no sin antes conseguir
que -por los servicios prestados, digo yo- se le pagara una
compensación de cincuenta millones de francos belgas. ¡Vamos, que
se fue de rositas… Eso sí, llevándose por delante de forma cruel
y despiadada la vida de millones de habitantes de su “Estado Libre
del Congo”
Pero,
ni que decir tiene, que España seguía siendo, al decir de todos, la
potencia colonial más cruel, ambiciosa y corrupta.
*
Fragmento del discurso pronunciado por Leopoldo II ante la AIA.-
”Los
horrores de este estado de cosas, los miles de víctimas masacradas
por el comercio de esclavos cada año, el número aún mayor de seres
absolutamente inocentes que son brutalmente arrastrados a la
cautividad y condenados de por vida a los trabajos forzados, han
conmovido profundamente los sentimientos de todos los que, a todos
los niveles, han estudiado con atención esta deplorable realidad; y
han concebido la idea de asociarse, de cooperar, en una palabra, de
fundar una asociación internacional para dar punto final a este
tráfico odioso que es una desgracia para la edad en la que vivimos”,
**En
la literatura cristiana se empleó para designar al Príncipe de
los demonios,
de acuerdo a la antigua costumbre hebrea de representar deidades
ajenas en forma maligna
Hoy en día la cosa continua igual, ahora cazan elefantes, compran aviones militares bajo sobresueldos para su propio país o viven como jeques, estamos en el siglo XXI pero siguen viviendo como en la época del despotismo ilustrado
ResponderEliminarLa cuestión está en que hoy en día, los pueblos oprimidos lo son cada vez más y en otros sentidos. Solo cambia el color del opresor. En la actualidad el Rey barbudo ha sido cambiado por dictadorzuelos nacionalistas-fascistas-racistas y en extremo crueles que -para colmo- son amparados por potencias extrajeras a cambio de recursos naturales varios.
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