miércoles, 7 de octubre de 2015
¡Como llueve en Minnesota!
Me duele por Amenábar, pero desde "Mar adentro" su visión del cine ha cambiado. Se ha instalado en la vulgaridad. Regresión es una película vulgar.
Todo en esta vida es relativo y, como dijo aquel, "para gustos, los colores..." Si este fuera el resultado del trabajo de uno de esos directores que trabajan para comer, no me dolerían prendas en alabar los parabienes de un guión bien armado, una atmósfera conseguida, unos actores bien llevados, etcétera, etcétera; pero estamos hablando de Amenábar... Sí, el director que parió "Tesis", "Abre los ojos" o "Los otros". Estas películas no se hacen para poder comer; se hacen por el gusto al trabajo bien hecho, por la imperiosa necesidad de sacar tus sentimiento al mundo y eso de comer seguro que vendrá por añadidura; ¡vamos! que le ha salido una de esas películas -me duele decirlo- en las que no te pierdes nada si te levantas para hacerte un emparedado de jamón y no le das a la pausa del reproductor.
En lo que respecta a los compañeros de Emma Watson, perfecto. Bien llevados y cada uno en el sitio exacto. Ethan Hawke está de notable y -más o menos- los demás por el estilo; pero Emma... ¡ay Emma!. A kilómetros se nota que no ha conseguido quitarse las ganas de ejercer de diva. Tal parece que trabaja a regañadientes, como haciendo un costoso favor a todos sus colegas de reparto. No me creo su papel.
Sólo una cosa más: Ya sé por qué llueve tan poco en Madrid... ¡Porque ya cayó todo en Minnesota!
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