ONCE años
Son aire puro tus lágrimas.
Esencia,
fragancia de sentimiento,
las que corren, prestas.
Paciencia.
Regando, mejilla abajo
el frondoso huerto de tus pocos años.
Quiere el viento en poco secar
lo que diluvio había sido.
Llanto del cielo caído
aflorando sonrisas de par en par.
Siento entre pecho y espalda tu
alegría.
Tus saltos.
Tus gozos.
Tus correrías.
Ese mechón de pelo que suelto ondea.
Esa mirada resuelta de impetuoso brío.
Todo al bies de lo helado y frío.
La palidez que orgullosa enseñoreas.
Tus miedos; tierra mía.
Tus risas; mi credo
¿Qué más quieres? Mi cielo.
¿Mi vida?...
Esa es tuya.
Aldade
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