Que difícil es narrar algo
anodino, sencillo y amable de forma que ejerza un especial poder de atracción
sobre el. espectador; digamos finamente que a la cinta le falta todo para
alimentar los bajos instintos del mismo y, sin embargo, atrae. Este es el caso de "Agosto".
Quizás se muestre algo perezosa al principio, algo fría, pero cuando coge
fuerza se enseñorea como un tornado en el medio oeste americano. La señora
Julia Roberta está genial, seguramente el mejor trabajo de su carrera, pero
ninguno de los demás actores del reparto la desmerece.
El caso de Meryl Streep es digno
de análisis aparte porque -en lo que a mí respecta- me causa sensaciones
contrapuestas. Por un lado su fuerza interpretativa ahoga al propio personaje. Da la sensación que el director, John Wells, la ha dejado por imposible y
tras comprobar que nada puede sacar que ella no quiera dar, la abandona a su
vena histriónica; pero por el otro, no se le ven muchas salidas a un papel como
el suyo. En cualquier caso es una actriz increíblemente buena.
Sólo resta decir que la película
deja "poso", y en ciertas escenas, especialmente amargo con frecuentes situaciones
resueltas con extrema eficacia y moderadas dosis de "mala leche"
Hay que verla.
Luis F.
de Castro
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