Me produce desazón la
poca delicadeza con que se tratan determinados temas. Tiempo hace que vengo
observando la profusión y popularidad de algunas aseveraciones sexistas que
implícitamente amparadas en injusticias y veleidades pasadas o presentes,
disculpan, cuando no propugnan, actitudes fuera de lógica y justicia y que,
para nada tienen en cuenta ciertas sensibilidades.
No se puede corregir una injusticia con otra: eso es un principio ético que debe mantenerse por siempre.
Muchas son las intervenciones en medios de difusión de personas –mujeres mayormente- que amparadas en una “sinceridad” exultante y en una momentánea corrección política, vierten aseveraciones que, si se cambiaran de género, no sólo llamarían la atención, sino que serían objeto de portadas, cuando no de querellas o denuncias. Y es que no hablamos de ficciones literarias, o ensoñaciones creativas, sino de artículos y crónicas periódicas, anuncios publicitarios, opinión, blogs y un largo etcétera. Digamos que padecen el síndrome “porque yo lo valgo” y viene definido por una procacidad exacerbada en el lenguaje, aseveraciones, las más de las veces, indemostrables, promiscuidad y superchería.
Es penoso comprobar como hemos sustituido al “chuleta de barra del bar”; ese que echaba cuatro sin sacarla mientras se metía entre pecho y espalda tres “carajillos” por la “destrozapollas” con olor a Chanel nº cinco y derecho a pedo y eructo; al baboso de “clú de putas” por la babosa de “boys”.
Visto lo visto, se agradecen sobremanera intervenciones como la tuya, donde se trata el sexo desde el punto de vista femenino y con el respeto debido a todas y todos; con humor, con descaro, con los brazos abiertos y la mente limpia.
En una cosa discrepo contigo Dora. Es más semántica que conceptual y, por lo tanto, poco importante. El feminismo es el alter ego del machismo y –en mi opinión- tan dañino como aquel; es por ello que –y no me gustaría molestarte- no te considero feminista, sino mujer, al igual que yo nunca me tildaría de machista, sino hombre. Tan pesada es una injusticia sufrida por una como por el otro.
Espero que sepas disculpar esta pedantería y la consideres como lo que creo es, una humilde y personalísima opinión.
Aldade